Mariano Rajoy, durante la sesión de control al Ejecutivo celebrada ayer en la Cámara Baja. | SERGIO PEREZ

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha rechazado la posibilidad de llegar a un pacto con la oposición, y con el PSOE en particular, que no pase por refrendar su política económica, ya que cree que con ella se dejan atrás los «disparates» del pasado y se evidencia que «esto empieza a funcionar». Asimismo, el presidente a lardeado de su gestión, asegurando que «esto empieza a funcionar».

El Congreso ha sido el lugar en el que el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha oficializado su propuesta de un gran pacto nacional en materia económica a Rajoy, que se ha mostrado dispuesto al diálogo pero puntualizando que la línea roja es no volver a las políticas que llevó a cabo el anterior Ejecutivo socialista.

El jefe del Ejecutivo ha dejado claro a Rubalcaba que sólo la adhesión a sus políticas van a permitir el crecimiento económico y la creación de empleo, y, por tanto, no se va a mover de ellas ni un ápice.

Es más, ha llegado a aseverar que el líder del PSOE no tiene «excesiva autoridad moral» para decir ahora que quiere un acuerdo cuando no ha apoyado ni una sola de las reformas planteadas en la presente legislatura. «No podemos volver a las políticas económicas que nos han traído hasta aquí. Ahí no puedo ceder», ha recalcado.

Rajoy ha invitado a los socialistas a que demuestren su disposición al pacto respaldando medidas pendientes como la sostenibilidad de las pensiones, la reforma de la administración y la lucha contra la corrupción.