La vicepresidenta y los ministros de Hacienda y de Economía. | JUAN MEDINA

El Gobierno eludió ayer concretar cuánto subirán las pensiones el año que viene, porque la fórmula para revalorizarlas está «abierta» a las aportaciones de la oposición y de los agentes sociales (sindicatos y patronal).

A pesar de que en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros se preguntó varias veces por cuál será la subida, ni la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ni los ministros de Hacienda, Cristóbal Montoro, y de Economía, Luis de Guindos, dieron una cifra.

En el proyecto de ley de reforma de las pensiones que aprobó ayer el Consejo de Ministros se establece que las prestaciones dejan de revalorizarse anualmente sólo en función del IPC.

Revalorización

Si la situación de la economía no es buena, la revalorización será del 0,25 %, mientras que si es buena, será del IPC más el 0,25 %.

Preguntados por si la subida el año que viene será del 0,25 %, Montoro respondió que, como otros años, habrá que esperar a conocer la inflación de noviembre-diciembre, de la que reiteró que espera que el IPC acabe el año «como mucho en el 1 %, ya veremos si claramente no por debajo».

Además, con la nueva fórmula propuesta hay que hacer estimaciones porque «condiciona la evolución de las pensiones a las condiciones económicas».

Debido a que desde el Gobierno se ha insistido en que su propuesta de reforma es abierta, Montoro dijo que hay que dejar hablar al Parlamento para recibir las aportaciones e iniciativas de los partidos, y también de los agentes sociales.

Derivar que la ley conlleva una pérdida de poder adquisitivo es un «error» y supone no confiar en la evolución del país, advirtió el titular de Hacienda.

Se está haciendo lo mismo que en los países desarrollados y lo que se espera de España, que es «limitar la discrecionalidad» de un Gobierno a la hora de fijar la cuantía de las pensiones, según Montoro.