Imagen de la castástrofe medioambiental que originó el naufragio del Prestige. | Lavandeira Jr

El tribunal que ha juzgado la catástrofe medioambiental originada por el hundimiento del petrolero 'Prestige' ha eximido hoy al Gobierno español de sufragar los daños que se le reclamaban después de que el exdirector de la Marina Mercante José Luis López Sors haya sido absuelto en el proceso penal que se seguía contra él.

La justicia ha exculpado de los destrozos de la marea negra a los tres acusados de haber causado esa tragedia, uno de ellos el jefe de máquinas Nikolaos Argyropoulos, aunque sí ha condenado al capitán del buque, Apostolos Mangouras, a nueve meses de prisión por un delito de desobediencia grave.

La absolución del ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors conlleva que el Gobierno español queda exento de hacer frente a cualquier responsabilidad penal, al entender que no provocó el desastre sino que trató de solucionarlo y evitar daños materiales y humanos.

El magistrado Juan Luis Pía ha subrayado que no se puede atribuir responsabilidad penal alguna a López Sors porque «nadie puede señalar lo que se debería haber hecho».

«No hay acuerdo aún hoy sobre lo que se debería hacer si se repitiese la situación», ha apostillado el presidente del tribunal de la Audiencia de A Coruña, quien ha recalcado que los informes técnicos son «contradictorios».

López Sors había sido acusado como responsable del rumbo «errático» que siguió el petrolero durante seis días antes de hundirse y la sentencia precisa que no hubo ese supuesto «rumbo suicida».

Este ingeniero naval siempre ha defendido que no se podía arrepentir de lo hecho al entender que era lo correcto y suya es una frase que refleja el estado anímico, reconocido por él mismo, en el que se ha encontrado todo este tiempo únicamente por «cumplir» con su obligación: «no me imagino al director de los bomberos de Nueva York imputado por el 11-S».

El magistrado Juan Luis Pía ha leído durante algo más de una hora, y en gallego, la sentencia que pone el punto y final a un largo proceso judicial.

Hechos

El 19 de noviembre de 2002, tras seis días a las deriva frente a Fisterra (A Coruña), el 'Prestige', que operaba bajo bandera de Bahamas, se partió en dos y se hundió provocando un vertido de más 67.000 toneladas de fuel que anegó las costas de Galicia y afectó a más de 1.700 kilómetros de litoral, desde Portugal hasta Francia.

Este suceso desencadenó la mayor respuesta solidaria de la sociedad civil en España frente a una catástrofe medioambiental, con miles de voluntarios de todo el país que se trasladaron a Galicia para ayudar a limpiar a mano el crudo esparcido por las playas y rocas de la costa afectada.