La Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) ha propuesto al Gobierno que aplique a partir del 1 de enero en la tarifa de último recurso (TUR), la que tiene la mayoría de los hogares, un incremento por el coste de la energía de entre el 1,4 % y el 2,9 %, subida que estaría en vigor durante el primer trimestre del año.

A este aumento habría que sumar la parte regulada del recibo eléctrico -los denominados peajes con los que se pagan costes como transporte y distribución de la electricidad y las primas a las energías renovables- que fija el Gobierno y que, según anunció el ministro de Industria, José Manuel Soria, el pasado 20 de diciembre, inferior al 1 %.

En su propuesta sobre el nuevo procedimiento para establecer el precio de la electricidad, la CNMC apuesta por la implementación de un mecanismo transitorio que permita evitar el hecho de que no se puede considerar válido el precio de la última subasta, anulada por el Gobierno la semana pasada tras arrojar una subida del 25,6 % (un alrededor de 11 % en el recibo final del consumidor).

A juicio de Competencia, el sistema transitorio tendría que respetar la fijación de precios prevista en la actualidad y no alterar las expectativas de coberturas de los comercializadores libres, por lo que tendría que utilizar como referencia cotizaciones a futuro de otros mercados de los mismos productos energéticos que se subastaron la semana pasada.

El mecanismo trimestral transitorio «debería resultar de aplicación en el mínimo tiempo posible y sólo en tanto no se disponga de un procedimiento definitivo que asegure la competencia y estabilidad» y contar con reglas «transparentes y objetivas», indica.

A diferencia de lo que ocurre ahora en las subastas, que en una única puja se fija el precio para todo el trimestre, se utilizaría la media de cotización del mismo producto pero durante unos meses previos -tres y seis meses- a la fecha de vencimiento.

Las simulaciones realizadas por el organismo para este modelo de determinación de precios arrojan incrementos del coste de la energía del 7,26 %, si se considera como referencia cotizaciones de los últimos tres meses, y del 3,47 %, si tiene en cuenta los últimos seis meses de negociación, lo que implicaría las mencionadas subidas de las tarifas finales del 2,9 % y del 1,4 %, respectivamente.

Con esta fórmula se suavizarían las variaciones estacionales que pudieran producirse en el mercado al contado, explica la CNMC.

El organismo propone introducir algún sistema de cobertura de riesgos para solventar que los comercializadores, una vez anulada la subasta, no tienen cubierto el primer trimestre de 2014.

En caso de optar por un precio único para todo 2014, opción que la CNMC «valora negativamente», el organismo presenta otras dos posibilidades que toman como referencia dos periodos de precios de mercado y que supondrían un incremento estimado del coste de la energía para todo el año del 0,7 % y del 0,78 %, aunque se no especifica cuanto supondría estos porcentajes en de la tarifa final.

El precio anual tendría la ventaja de evitar variaciones significativas en el coste de la energía, pero por el contrario impediría a los comercializadores de último recurso (CUR) realizar coberturas, ya que el precio lo tendrían cerrado y no sería negociable en caso de que durante el año de aplicación variaría mucho, señala Competencia.

Para solventar esta situación, dado que la actividad de los CUR -las comercializadoras de las grandes eléctricas- está regulada y libre de riesgo «debería establecerse un mecanismo de cobertura alternativo para estas empresas» para que su margen no se viera afectado por el precio del mercado al contado, señala la CNMC.

Además, también produciría problemas de cobertura del riesgo para los comercializadores libres (los que compiten en el mercado ofertando descuentos sobre tarifa regulada para el sector doméstico), por lo que este mecanismo «podría considerarse que está creando distorsiones de la competencia y, en consecuencia, en el proceso de liberalización».