Imagen de José I. de Juana Chaos en Venezuela.

El etarra José Ignacio de Juana Chaos, que se encuentra en busca y captura desde 2010, ha sido localizado este mes de mayo en Venezuela, donde se le ha captado dentro de un centro comercial según unas imágenes difundidas ayer por Antena 3. Las imágenes fueron tomadas el domingo 11 de mayo sobre las dos de la tarde cuando el etarra se encontraba en compañía de su pareja y su hijo en el centro comercial Nueva Barcelona, en el Estado de Anzoátegui.

De Juana Chaos, uno de los miembros históricos del comando Madrid de ETA, con el cometió una veintena de asesinatos en los años 80, salió de prisión en 2008 tras una larga huelga de hambre, por la que tuvo que ser ingresado en el hospital.

Tras quedar en libertad, se marchó a vivir a Irlanda y se encuentra en paradero desconocido desde marzo de 2010 tras ser reclamado por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo.

De Juana Chaos figura en la lista de terroristas más buscados por el Ministerio del Interior. Fue ertzaina, pero solo cuatro años. José Ignacio de Juana Chaos nació en Legazpia (Guipúzcoa) hace 58 años. Protagonizó uno de los episodios de más repercusión con sus sucesivas huelgas de hambre para reclamar su puesta en libertad al entender que había cumplido su condena.

Su historial es uno de los más sanguinarios de la banda. Desde 1985 hasta la desarticulación del comando Madrid, en enero de 1987, participó en 11 atentados terroristas en Madrid que costaron la vida a 25 personas.

Ynestrillas

Entre ellos, el ametrallamiento, en junio de 1986, de un automóvil del Ejército de Tierra en el que murieron el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, el teniente coronel Carlos Besteiro Pérez y el soldado Francisco Casillas Martín, que le supuso una pena de 348 años de cárcel.

Un mes más tarde, el 14 de julio, participó en el atentado contra un convoy de la guardia civil en la plaza de la República Dominicana de Madrid, que segó la vida a 12 guardias civiles y produjo heridas a sesenta personas, por el que fue condenado a 2.232 años.