El rey saluda al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la reunión anual de la Fundación Carolina. | Carlos Montes de Oca

El resultado de los comicios europeos no influyó en la elección de la fecha elegida para la abdicación de don Juan Carlos, que según fuentes de la Casa del Rey fue decidida a comienzos del mes de abril, de acuerdo con el Gobierno, para no interferir en el calendario político y parlamentario. Las mismas fuentes han añadido que se prefirió junio antes que esperar al otoño, un periodo «complicado» en opinión del portavoz, aunque sin hacer referencia directa a la convocatoria de un referéndum soberanista en Catalunya el próximo 9 de noviembre.

Un portavoz de Zarzuela ha negado, de forma tajante, que la salud del Monarca haya influido en la decisión de su renuncia, que el Rey adoptó en enero, tras cumplir 76 años, y que no comunicó al presidente del Gobierno hasta finales de marzo.

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Sin precedentes

Para entonces ya se había madurado en la Casa del Rey un complejo proceso para ir preparando una renuncia de la que no hay precedentes históricos, como no los hay para la situación en la que quedará don Juan Carlos cuando su hijo sea proclamado como Felipe VI.

«El Rey, en enero, piensa que en el curso de este año debe pasar el testigo al Príncipe», ha explicado el portavoz sobre el momento en que arranca un procedimiento que culminará cuando el Príncipe de Asturias sea proclamado Rey, en las próximas semanas. Don Juan Carlos estaba saliendo de una larga etapa de sucesivas operaciones quirúrgicas que habían mermado su movilidad, se estaba recuperando «y piensa que en el curso del año es una buena ocasión para ir pensando en ello», ha señalado la misma fuente.