El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha ofrecido este sábado su proyecto socialista al «90 por ciento de los españoles» que no son atendidos por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ocupado, en su opinión, en «una élite» que compone «el 10 por ciento» de la población.

Durante su intervención en Valladolid ante los seiscientos socialistas que participan en el Congreso Extraordinario del PSOE de Castilla y León, Sánchez ha insistido en que este partido nació «para combatir los salarios de miseria y el miedo a quedarse en la calle».

Sánchez ha subrayado que los ciudadanos deben saber que «el PSOE está de nuevo en pie y que defiende sus derechos», porque «no es libre el que no tiene un salario digno, no es libre el anciano que no tiene ayuda, ni joven que se ve obligado a emigrar o no puede estudiar porque no tiene dinero para la matrícula».

«Mientras Rajoy se ocupa de esa élite del 10 por ciento, a nosotros nos preocupa el 90 por ciento restante», ha zanjado Sánchez, quien ha insistido en su idea de crear una «España de las oportunidades» para los ciudadanos, en lugar de un proyecto político del PP en el que conviven rescates a la banca y amnistías fiscales con desahucios y recortes a los servicios sociales.

Para el dirigente del PSOE, los españoles hoy sufren «el Gobierno del fraude» porque el PP comenzó la legislatura diciendo que «iba a bajar los impuestos y los subió» y también «defraudó con la trama 'Gürtel'», que ha catalogado como «un caso de libro de financiación irregular del partido».

En esta línea, ha recordado cómo Rajoy se fotografió en la cola del paro cuando era el jefe de la oposición y aseguró que acabaría con el desempleo, mientras que ahora España tiene «800.000 empleos menos».

Ante esta circunstancia, Sánchez ha pronosticado que los ciudadanos están «contando las horas para enviar a Rajoy a la cola del paro en las próximas elecciones».

Sobre el futuro electoral, el líder ha constatado que «se dice mucho que el PSOE está sufriendo y que tiene dificultades», pero se ha preguntado si es que «alguna vez el PSOE lo ha tenido fácil» o si los socialistas han podido «dejar de pelear contra la soberbia de los poderosos».

En esta mirada al pasado del partido, Sánchez ha recordado el Congreso de Suresnes, conmemorado el pasado jueves, y ha ensalzado la Ley de la Memoria Histórica que aprobó el Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, por lo que se ha comprometido a impulsarla y «concretar su compromiso» si accede a la Presidencia del Gobierno.

Sánchez ha exclamado que los socialistas comparten «la pasión de la lucha por la igualdad» y mantienen su «indignación» contra la injusticia, pero sobre todo les caracteriza su «convicción de que es posible cambiar las cosas», por lo que ha llamado a los miembros del PSOE a escribir «el futuro de los trabajadores».

«Otros cuentan con más recursos y más poder, pero nuestro compromiso es más firme», ha avisado el dirigente socialista, quien asume que su partido no ha actuado para «ganar elecciones sino voluntades, adeptos e ideas», porque tras ganarse esas voluntades el PSOE empezará «a ganar de nuevo las elecciones».

El objetivo es ahora «cambiar las cosas una vez más, derribar los muros y abrir esperanzas» para «dar la voz a quien tiene dificultades para ser escuchado», especialmente a los desempleados y los trabajadores que sufren «explotación», quienes son «razones para seguir luchando».

Por esta razón, se ha comprometido a derogar la reforma laboral «injusta, ineficiente e insolidaria» aprobada por el PP, que ha generado «trabajadores que tienen miedo a perder el empleo y parados que tienen miedo a no encontrarlo», y ha garantizado que un futuro gobierno socialista aprobará un nuevo Estatuto de los Trabajadores.