UPyD ha vuelto a colocar en sus dependencias de Congreso un cartel con la leyenda «Zona libre de corruptos», retirado esta mañana por orden del presidente de la Cámara, Jesús Posada, que lo había devuelto con la orden de que no se colgara de nuevo por «ofensivo» con el resto de grupos políticos.

El cartel se ha instalado por segunda vez en una pared de las oficinas de UPyD, en un pasillo por el que este miércoles están circulando miles de ciudadanos que han acudido al Congreso con motivo de las jornadas de puertas abiertas.

Se da la circunstancia de que la orden de retirada del letrero no pudo ser comunicada previamente al grupo liderado por Rosa Díez, lo que provocó que UPyD presentara en la Comisaría del Congreso una denuncia por robo.

Fuentes parlamentarias han explicado que el secretario general del Congreso intentó ponerse en contacto con Rosa Díez o algún otro miembro del grupo sin conseguirlo.

Posteriormente, el propio presidente del Congreso acudió a las dependencias de UPyD y logró conversar con unos de los trabajadores del grupo.

Posada comunicó a esta trabajadora que daría instrucciones a los servicios de la Cámara para que devolvieran el cartel a sus propietarios, aunque con la prohibición expresa de que no se volviera a colocar por ser claramente ofensivo con el resto de grupos parlamentarios.

El presidente del Congreso advertía además de que tomaría medidas si UPyD hacía oídos sordos.

Fuentes de la Presidencia de la Cámara han explicado que ya se han dado las órdenes oportunas para que se tome nota del hecho y se adopten esas medidas, que no pasan por la nueva retirada del cartel.

El polémico cartel tiene impreso el logo de UPyD y, un poco más abajo, la leyenda «Zona libre de corrupción» dentro de un rombo amarillo como si se tratara de una señal de tráfico de peligro.

Los ciudadanos que desde esta mañana visitan la Cámara han podido contemplar este letrero, ya que el recorrido que hacen incluye esta zona del edificio, aunque al mediodía miembros de esta formación se han dado cuenta de que había desaparecido tras ser «arrancado» -según su denuncia- de sus elementos de sujeción.