Cada temporada va en aumento el número de reservas hoteleras que se realizan por Internet. | ultimahora.es

Según un estudio de la empresa de investigación del mercado global de viajes Phocuswright, más de un 60 por ciento de las reservas del sector turístico español se hacen online. Los datos, presentados en la última Feria Internacional de Turismo (Fitur), desvelan que, gracias a las aplicaciones, aumenta la fidelización de los clientes que hacen sus reservas a través de la Red.

Esto pone de manifiesto la importancia para el sector hotelero de tener presencia en Internet, y cada vez más en las redes sociales -como Facebook y Twitter-, en las que, según el informe, el 93 por ciento de las entidades encuestadas tiene previsto invertir durante 2015. Tampoco cabe duda de que la página web es un medio imprescindible para llegar al cliente, por lo que los hoteleros lo consideran como un elemento clave, y más de la mitad de los encuestados ha trabajado en renovar su página web en los últimos tres años.

El aumento de las reservas online evidencia la creciente fiabilidad en los sistemas de pago, aunque haya aumentado la desconfianza a ataques informáticos. Sin embargo, la creación de formas de pago que no necesiten de una tarjeta de crédito o de un número de cuenta son cada vez más una opción fiable para comprar por Internet, que atrae cada vez a más usuarios. Esta opción, como otras, han permitido que Balears se ponga a la cabeza del e-commerce en España.

El dato sobre las adquisiciones por Internet lo reflejó el Informe de la Sociedad de la Información en España sobre las tendencias en 2014. Del informe se desprende que los ciudadanos baleares, con un 50,2 por ciento, están siete puntos porcentuales por encima de la media española.


Reservas telefónicas

Asimismo, otra de las conclusiones que se desprende del estudio de Phocuswright es el aumento de las reservas telefónicas, en expansión junto a las hechas por Internet. El sistema telefónico fue utilizado en un 24 por ciento de las reservas.
Además, los hoteleros también son conscientes de la creciente necesidad de tener una aplicación para el móvil, un desarrollo sobre el que el 27 por ciento de los encuestados invirtió en 2014.