El exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar y exministro de Economía, Rodrigo Rato, ha sido detenido la tarde de este jueves tras haber sido registrado su domicilio en Madrid durante más de tres horas en busca de pruebas por presuntos delitos de fraude, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes.

Antes de las 17,00 horas de la tarde, funcionarios de la AEAT, Agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y miembros del Cuerpo Nacional de Policía han acudido a la casa de Rato para iniciar un registro ordenado por el Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid que con carácter «inmediato» ha admitido a trámite una denuncia de la Fiscalía de Madrid.

La denuncia se dirige contra Rato y contra otras personas, que no han sido identificadas y las actuaciones están declaradas secretas.

Precisamente y al mismo tiempo que se producían los registros en Madrid, la Agencia Tributaria ha realizado otras inspecciones en un despacho de abogados situado en la urbanización de lujo de Sotogrande, en el municipio de San Roque (Cádiz), según fuentes próximas a la investigación.

Después de más de tres horas de registro el expresidente de Bankia y exdirector gerente del FMI ha sido trasladado a su despacho para continuar allí las pesquisas. Una vez finalizadas, pasada la medianoche, quedó en libertad.

El registro se ha producido después de que el Ministerio Fiscal investigara a Rodrigo Rato durante varios días tras conocerse que se acogió a la amnistía fiscal en 2012 para regularizar su patrimonio.

A raíz de ello la Agencia Tributaria comenzó a investigar un «complejo entramado societario familiar».

El Sepblac, la unidad de inteligencia financiera española, dependiente del Ministerio de Economía, es la encargado de profundizar en la investigación para confirmar si existen indicios de delito.

Aunque el caso está actualmente en manos de la Fiscalía de Madrid, el asunto lo asumirá próximamente Anticorrupción.

Montoro no da detalles

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Por su parte, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha señalado este jueves durante su comparecencia en el Congreso que se escandalizaría si la Agencia Tributaria no pudiera investigar a personas con relevancia social, «como ocurrió en ocasiones anteriores».

El ministro señalaba que a los funcionarios de la AEAT no debe preocuparles «lo más mínimo» los nombres y apellidos, ni la relevancia social ni la afiliación política de los investigados.

Asimismo, ha defendido el respeto por la ley y por el interés general «por encima de todo», sin importar compañeros y rivales, amigos y enemigos, «y que cada cual responda de sus actos».

A pesar de esto, el ministro se ha negado a facilitar ningún dato al ser información «confidencial», algo que no lo frenó en el caso del miembro de Podemos Juan Carlos Monedero.

Tras la regularización realizada por Rodrigo Rato en 2012 y ante la duda del origen de los bienes declarados, Hacienda le incluyó en un listado de 705 personas sospechosas de haber podido blanquear capitales.

El grupo parlamentario socialista ha pedido la solicitud de comparecencia urgente en la Comisión de Hacienda del ministro Montoro para informar de la regularización fiscal y del caso de Rodrigo Rato.

Además, el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, comparecerá el próximo martes en el Congreso para informar sobre la lucha contra el fraude fiscal, decisión que se ha adoptado tras conocerse la actuación judicial contra el exministro.

Desde el PP, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que la investigación abierta a Rato demuestra que para el Gobierno «no hay excepciones» a la hora de exigir y de velar por el cumplimiento de la ley de cualquier ciudadano.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha admitido que para ella este suceso es «triste» y ha dicho que las instituciones deben indagar sobre cualquier indicio, pero que no debe haber «juicios paralelos».

La líder de UPyD, Rosa Díez, ha incidido en que si alguien cree que todo se va a arreglar haciendo del expresidente del Gobierno un «chivo expiatorio» se equivoca porque va a salir «todo el rebaño».