Los conductores con una hidratación insuficiente pueden cometer el mismo número de errores al volante que aquellos que hayan consumido alcohol, según los datos del reciente estudio científico 'Deshidratación y Conducción' realizado en Reino Unido.

Las pruebas de la investigación llevadas a cabo con un simulador concluyen que la falta de hidratación lleva a que los conductores cometan el doble de errores que si estuvieran adecuadamente hidratados.

El European Hydration Institute (EHI), encargado de la investigación junto con la Universidad de Loughborough, alerta a los conductores para que mantengan una adecuada hidratación al volante con el fin de garantizar la seguridad del resto de pasajeros.

Así, al mantener un adecuado equilibrio entre los líquidos ingeridos y los perdidos, todas las células funcionan en estado óptimo y, por tanto, todos los mensajes de transmisión funcionan correctamente, ha explicado el profesor Luis Serra-Majem.

Según el estudio, entre los errores más comunes que cometen los conductores que no están adecuadamente hidratados y aquellos con un nivel de alcohol en sangre de un 0,8 gramos por litro, destacan la salida involuntaria del carril, frenar demasiado tarde y salir, tocar o rebasar la línea del arcén.

Con una deshidratación leve (pérdida de entre el 1% y el 2% del agua presente en el organismo), se reduce notablemente la capacidad física y cognitiva e incluso pueden aparecer problemas en la función cardiovascular y termorreguladora. Cuando la pérdida es mayor (4%), aparecen síntomas como dificultad para la concentración, dolor de cabeza y somnolencia.

El EHI destaca la importancia de hidratarse adecuadamente antes de empezar el viaje y mantener ese nivel bebiendo periódicamente. El profesor ha añadido que sobre todo por la mañana es necesario beber suficientes líquidos y mantener estas tomas durante todo el día si se va a permanecer al volante.