El ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, en una imagen de 2010. | Efe

La Audiencia de Málaga ha anulado este viernes el tercer grado penitenciario o de semilibertad aprobado al exalcalde de Marbella (Málaga) Julián Muñoz por enfermedad grave e incurable, y considera que su estado no es terminal y además puede blanquear las «ingentes» cantidades de dinero que no se han recuperado.

En un auto al que ha tenido acceso EFE, la sección tercera de la Audiencia de Málaga atiende el recurso de la Fiscalía y subraya que el exalcalde, con condenas que suman 13 años y 12 meses por varios casos de corrupción, padece varias patologías graves e incurables.

Sin embargo, la Audiencia precisa que su estado «no es en absoluto terminal», y agrega que no existen razones humanitarias o de dignidad personal que justifiquen el nuevo régimen penitenciario que fue aprobado el pasado 3 de agosto.

La Fiscalía, en su recurso, no descartaba que Muñoz eludiera la acción de la Justicia si obtenía el tercer grado y subrayaba que mantenía «intacta» su capacidad de delinquir porque «los múltiples delitos que cometió a lo largo de su carrera criminal no precisaron de una buena forma física», según recuerda la Audiencia.

El juez de Vigilancia Penitenciaria acordó a principios de este mes conceder el tercer grado a Muñoz por la falta de facilidad para volver a delinquir, por la escasa peligrosidad del interno y por razones humanitarias y de dignidad personal debido a su deteriorado estado de salud.

Sin embargo, y tras señalar que no es un hecho objetivo que la cárcel empeore el estado físico de Muñoz, la Audiencia añade: «El hecho de estar desconectado de la vida política conlleva que probablemente no pudiera perpetrar delitos como los que cometió en su día».

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En este sentido, agrega que como «sus facultades intelectivas no se encuentran afectadas» y de sus delitos obtuvo «ingentes cantidades de dinero que no se han podido recuperar y que muy probablemente se encuentra ocultas, no es descabellado pensar que podría intentar hacerlas aflorar de alguna manera, blanqueándolas, lo que determinaría la comisión de nuevos hechos delictivos».

El auto del Juzgado de Instituciones Penitenciarias que le otorgó el tercer grado subrayó su deteriorado estado de salud y la «alta posibilidad» de sufrir una muerte súbita, ya que tiene entre sus dolencias una cardiopatía isquémica-hipertensiva, diabetes mellitus tipo I, dislipemia, insuficiencia venosa, hipoacusia bilateral, ictus sin secuelas neurológicas y aneurisma de aorta.

En este sentido, la Audiencia de Málaga recuerda el dictamen del médico forense en el que diagnosticaba un empeoramiento del estado de salud del exalcalde en los siete meses antes de su dictamen y no descartaba un «cuadro súbito e inesperado» que conllevara «la muerte o secuelas graves a corto plazo».

Sin embargo, la Audiencia indica que «nos movemos en el campo de las hipótesis, pues, aunque las perspectivas no son buenas», considera que «debe valorarse la salud del enfermo en el momento actual», con patologías «graves e incurables» pero sin que su estado de salud sea «en absoluto terminal».

En este sentido, el auto asegura que las enfermedades crónicas que padece le permiten a Muñoz «llevar una aceptable calidad de vida» y participar en diversas actividades en la prisión.

Aunque necesita «con frecuencia asistencia médica» y tiene «limitaciones» para actividades físicas de cierta intensidad, eso no le impide, según la Audiencia, «desarrollar con normalidad sus labores cotidianas».