Los diputados de Podemos y de las candidaturas de confluencia En Comú Podem (Catalunya), En Marea (Galicia) y Compromís-Podemos (Comunitat Valenciana) han aprovechado la toma de posesión de sus cargos en la sesión de constitución del Congreso para pedir la reforma de la Constitución y también para reivindicar la «diversidad» y la «soberanía» de «los pueblos del Estado».

Así, cada uno de los diputados morados ha comenzado su promesa acatando la Constitución y prometiendo «trabajar para cambiarla», y ha añadido a renglón seguido un compromiso concreto para esta legislatura: trabajar por el empleo, por el medio ambiente, por la justicia social, para terminar con los desahucios o para recuperar la dignidad y dar la voz a la gente humilde, entre otras.

En castellano, catalán, gallego y valenciano, uno por uno han concluido su fórmula de acatamiento deseando que «nunca más haya un país sin sus pueblos y sin sus gentes», y algunos también han reivindicado su compromiso con sus propias regiones.

Además, algunos diputados han finalizado su discurso con el puño en alto, haciendo el gesto de la victoria o incluso con un ramo de flores levantado, y todos ellos han sido aplaudidos uno por uno por el resto de sus compañeros.

En lengua de signos

«Prometo acatar esta Constitución y trabajar para cambiarla», ha proclamado el líder y candidato a la Presidencia del partido morado, Pablo Iglesias, generando un fuerte aplauso por parte de sus diputados. «Un país para su gente», ha concluido, en esta ocasión también en lenguaje de signos y con el puño en alto. Su intervención ha motivado las quejas de los 'populares', a quienes los diputados de Podemos han chistado para pedirles silencio.

Por su parte, el 'número dos' de Podemos, Iñigo Errejón, ha acatado la Constitución «por la soberanía del pueblo». «Por una España nueva, per la fraternitat entre els pobles. Porque fueron, somos; porque somos, serán», ha añadido, utilizando el catalán para defender la «fraternidad entre los pueblos».

«Prometo acatar la Constitución y trabajar para cambiarla, recuperando las instituciones para su gente. Nunca más un país sin su gente y sin sus pueblos», ha afirmado la diputada por Toledo Gloria Elizo al tomar posesión de su nuevo cargo como vicepresidenta tercera de la Cámara, provocando un gran aplauso entre sus compañeros de partido y las críticas de los diputados del PP.

En esta misma línea, el diputado por Barcelona de En Comú Podem, Marcelo Expósito, ha asegurado al asumir su nuevo cargo como secretario cuarto de la Mesa del Congreso que promete «trabajar en esta Cámara por un proceso que reconozca la diversidad y la soberanía y que facilite la relación fraterna entre los pueblos del Estado». «Que la gente mande y el Gobierno obedezca», ha apostillado.

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El diputado por Madrid y secretario de Relaciones con la Sociedad Civil, Rafael Mayoral, ha aprovechado para reivindicar la lucha de los trabajadores. «Viva España, viva el pueblo, vivan los trabajadores», ha proclamado.

La 'número tres' de Podemos y secretaria de Programa, Carolina Bescansa, también ha prometido acatar la Constitución hasta cambiarla, y para ello, ha dejado unos momentos a su bebé en los brazos de Errejón. La presencia del hijo de la dirigente del partido morado en el hemiciclo ha sido uno de los asuntos más comentados este miércoles.

«Les molesta que estemos aquí»

Estas largas fórmulas de acatamiento de la Carta Magna han sido respondidas con chistidos y críticas por parte de la bancada 'popular', que cada vez que un diputado morado tomaba la palabra protestaba por la duración de la fórmula. «¡Que sí, que ya te hemos oído! !Venga, hombre!», se ha escuchado gritar a algunos diputados del PP.

«Aunque a algunos parece que les molesta que estemos aquí, yo prometo acatar la Constitución y trabajar para cambiarla», ha replicado a estas quejas Alberto Rodríguez, diputado morado por Santa Cruz de Tenerife, motivando aún más protestas desde los escaños conservadores, que incluso le han gritado «fuera».

De hecho, esta forma de perfeccionar la condición de diputado ha pillado desprevenidos incluso a los nuevos miembros de la Mesa de la Cámara Baja, comenzando por la secretaria primera, la 'popular' Alicia Sánchez Camacho, que ha intentado callarlos llamando a los diputados antes incluso de que el anterior hubiera terminado su proclama.

Esto ha provocado que algunos parlamentarios, como el nacionalista vasco Pedro Azpiazu, se hayan quedado a punto de no poder prometer el cargo, mientras otros, como el socialista José Juan Díaz Trillo, ha tenido que hacerlo dos veces ante las dudas de si ya se le había nombrado o no.

El presidente, Patxi López, ha llegado a hacer un amago de intervención, aunque finalmente el cambio del secretario que iba llamando a los diputados a prometer o jurar ha acabado con las dudas, ya que se ha ralentizado el ritmo de nombramientos, dando así tiempo a todos a concluir sus parlamentos.

Además, el paso del tiempo ha relajado la situación y muchos 'populares' se limitaban ya a mirar a los diputados noveles con sonrisas irónicas, aunque algunas reivindicaciones, como «ser la voz de la gente decente», ha soliviantado incluso a diputados de otras formaciones, como el PSOE. «Ala, y los demás no», se quejaban ante este tipo de fórmulas.