El presidente en funciones del Gobierno, Mariano Rajoy, tomando notas en el tren de camino a Zamora. | Efe

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha alertado este sábado de que movimientos del líder del PSOE, Pedro Sánchez, como facilitar a los independentistas de Convergencia y ERC que tengan grupo propio en el Senado, buscan un pacto «contra natura» para encabezar un Ejecutivo que sería «un gran fraude».

Rajoy ha avisado de esa supuesta maniobra de Sánchez en Zamora, donde además de dar un paseo por la ciudad y de reunirse con los dirigentes del PP en esta provincia, ha querido advertir de que un Ejecutivo como el que pretende Sánchez «no podría gobernar».

El jefe del Ejecutivo ha calificado de «gran error» y una decisión «que no tiene sentido» que los socialistas vayan a ceder senadores para que dos partidos que «están planteando un pulso al Estado» como Convergencia (con su candidatura DiL) y ERC vayan a contar con sendos grupos en la Cámara alta que les negaron las urnas.

Rajoy ha aconsejado a Sánchez que lo que debe hacer para intentar conseguir la Presidencia del Ejecutivo es plantear un buen programa de Gobierno y no pretender un Ejecutivo con Podemos y partidos independentistas.

Aún en el supuesto de que pudiera crearlo, algo que ha considerado que sería «un gran fraude» al resultado de las elecciones, ha insistido en que «no podría gobernar».

«Necesitaría a En Marea, En Común, Compromís, Podemos, Esquerra Republicana... Eso no es lo que precisan los intereses generales de España», ha añadido.

A su juicio, «cuando alguien se empeña en forzar las cosas, en hacer coaliciones contra natura, en contra de los intereses generales de los españoles, vemos que se toman decisiones como esa de apoyar a partidos que están echando un pulso al Estado».

«Creo que eso es un gran error y que los españoles no se merecen eso y los electores del PSOE tampoco», ha añadido antes de insistir en que «lo peor para España en estos momentos sería un Gobierno que necesitara el apoyo de siete u ocho partidos, algunos con posiciones radicalmente distintas a las que han defendido los socialistas, y otros con una apuesta clara por la independencia».

Rajoy ha considerado que ese Ejecutivo sería «un disparate» y, frente a ello, ha recordado que la posición del PP es muy clara al plantear «el único Gobierno sensato» que ve posible, uno encabezado por él y que contara con el apoyo del PSOE y de Ciudadanos.

«Eso es lo sensato, lo equilibrado, lo que más representa a la mayoría. Eso es, sobre todo, un Gobierno que podrá gobernar, ya que cualquier alternativa a eso, tal y como han quedado las cosas será un Gobierno que no podrá gobernar», ha advertido.

A la espera de la ronda de contactos que mantendrá el Rey la próxima semana con los representantes de los partidos para encargar (previsiblemente a Rajoy) que intente su investidura, el presidente ha asegurado que, pese a que haya un Ejecutivo en funciones, «España no se para».

Y ha puesto como ejemplo que los presupuestos del Estado para este año incluyen partidas para seguir avanzando en líneas de alta velocidad ferroviaria como en la que ha llegado él hoy a Zamora, ciudad que ha avanzado que a partir de febrero estará unida con Madrid por esa vía en tan solo hora y media.

Ha aprovechado para reiterar su total compromiso con el AVE y ha confiado en que, pese a las declaraciones de dirigentes de otros partidos contrarios a esta infraestructura, se siga avanzando en ella.

Al plantearle si su visita hoy a Zamora podía interpretarse como un acto de precampaña debido a que dé por hecho que se van a repetir las elecciones, Rajoy lo ha negado y ha explicado que se enmarca en la serie de reuniones que están manteniendo miembros de la dirección nacional del PP con representantes del partido en los diversos territorios.

En ese contexto, ha aprovechado para avanzar que estará presente en una próxima reunión que mantenga la Junta Directiva del PP de Castilla y León.

Rajoy ha recorrido el centro de Zamora conversando con ciudadanos y haciéndose «selfies» con ellos, en el que ha sido su primer paseo de estas características desde la agresión que sufrió en el que protagonizó en Pontevedra el pasado 17 de diciembre, en plena campaña electoral.

Después ha comido en un restaurante de la ciudad con otros dirigentes del PP, entre ellos el vicesecretario de Organización nacional del partido, Fernando Martínez Maíllo.