El Rey Felipe VI junto al portavoz de Democràcia i Llibertat (CiU), Francesc Homs. | Ballesteros

El Rey ha continuado con Izquierda Unida, En Marea Podemos y Democràcia i Llibertat su ronda de consultas políticas, en las que este miércolesha recabado opiniones contrarias a investir a Mariano Rajoy, que en el caso de las dos fuerzas de izquierda abren además la puerta a un posible apoyo a Pedro Sánchez.

La tercera jornada de sus conversaciones con los líderes de las fuerzas con representación parlamentaria ha llevado hasta el Palacio de la Zarzuela a dirigentes dispuestos a votar «no» al líder del PP presidente del Gobierno en funciones en un debate de investidura, en caso de que el monarca proponga al Congreso que Rajoy sea candidato.

Además, las reuniones han servido para constatar las distintas versiones de los partidos convocados sobre una posible reforma constitucional e incluso un cambio del actual modelo de Estado.

En nombre de Democràcia i Llibertat (DiL), con ocho diputados en la Cámara Baja, Francesc Homs ha dejado claro a don Felipe que su formación no apoyará «de ninguna manera» la investidura de Rajoy ni de nadie del PP, si bien ha considerado que sería preferible no repetir las elecciones generales.

En rueda de prensa celebrada en el Congreso, el político catalán ha explicado que esta posición, sin embargo, no significa que DiL vaya a apoyar una posible investidura del líder socialista, Pedro Sánchez: «No tiene por qué ser así; ya se verá, puede haber muchas soluciones y de signo distinto».

También le ha dicho al Rey que en su opinión el proceso de investidura «va para largo» y requerirá tiempo y «mucha paciencia» por parte de todos y ha manifestado que la intención de su partido es hablar con todas las formaciones políticas y explicar el proceso independentista acometido en Cataluña.

Homs ha aprovechado para quejarse al Rey por no haber recibido a la presidenta del Parlament de Cataluña, Carme Forcadell, un «error» a su entender, pero no ha querido comentar si el monarca le ha dado respuesta o explicación alguna sobre este episodio.

Al jefe del Estado ha trasladado sus opiniones «con toda claridad, de forma directa y con toda crudeza», en una reunión que ha considerado «cordial» en lo personal aunque en lo político, ha advertido, ambos estén «en las antípodas».

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Por la mañana, el Rey ha recibido al líder de Izquierda Unida Alberto Garzón, formación con dos parlamentarios en el Congreso y también opuesta a que Rajoy sea investido presidente.

Garzón ha asegurado al monarca que hay espacio para formar un Gobierno de izquierdas y que el papel de IU en este tablero debe ser el de «facilitador» del encuentro de PSOE y Podemos en favor de un Gobierno progresista.

Sobre la reforma constitucional, una cuestión que el jefe del Estado está abordando en sus consultas con las fuerzas políticas, le ha planteado una nueva Constitución federal que permita afrontar este momento «convulso», ha remarcado, que atraviesa el país, en referencia a las tensiones territoriales con Cataluña.

Alberto Garzón ha dicho en rueda de prensa que no ha visto al Rey preocupado por las dificultades para formar Gobierno, pero sí muy interesado en las propuestas que le están planteando.

En Marea, confluencia de Podemos con seis diputados, ha sido la tercera candidatura convocada hoy por Felipe VI, con la diputada Alexandra Fernández como su portavoz ante el monarca, al que ha explicado que su formación está dispuesta a apoyar un Gobierno alternativo al de Mariano Rajoy, encabezado por Pedro Sánchez.

Lo ha justificado por el «cambio» político que en su opinión ha demandado la ciudadanía en las últimas elecciones generales.

Además, los parlamentarios de En Marea estarían dispuestos a «tender la mano» al PSOE para que gobierne, porque las «bases» del partido liderado por Pedro Sánchez, que según ha apuntado creen en la «redistribución de la riqueza» y la «igualdad», están reclamando «un proyecto de izquierdas».

Fernández ha insistido en que su candidatura aboga por emprender un «proceso constituyente» para buscar «otro» modelo de Estado, con un «ejercicio real de la soberanía popular» y mediante la «remodelación de las instituciones».

En este sentido, entiende que las elecciones han puesto de relieve la existencia de una «realidad plurinacional» en España que «sólo se podrá comprender con más y mejor democracia».