El President de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante su intervención en un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio de Tortosa. | Efe

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, considera que el rey Felipe VI no ha tenido una «neutralidad exquisita» que habría sido deseable en el proceso catalán, una posición que «sí ejerció cuando era Príncipe».

En una entrevista concedida a El Punt Avui junto con su predecesor en el cargo, Artur Mas, Puigdemont ha reconocido que no conoce «bien» al Rey, y ha coincidido con el expresidente en que es una persona «que se informa y no se precipita», aunque parece «atrapada en su rol».

«Quizás lo que querría hacer no se corresponde con su agenda política y eso le hace perder neutralidad», ha considerado el presidente catalán.
Artur Mas
Por su parte, Artur Mas ha valorado que «no le veo (al Rey) jugándosela de manera clara a favor» de la situación catalana, si bien ha valorado que «en privado, tras las cortinas, ha intentado ablandar algunas posturas» contrarias al proceso soberanista.

«Ellos (en referencia a España) parten de la base de que Catalunya es una propiedad. Podemos pedir, reclamar, salir a la calle, pero seguimos siendo una propiedad y nos tratan de esta manera», ha argumentado Mas.

Ha lamentado que la Casa Real no le haya agradecido los servicios prestados como presidente de la Generalitat, mientras Puigdemont ha recordado que sólo los dirigentes del PSOE y de Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, respectivamente, y los presidentes de Extremadura, País Vasco y Comunidad Valenciana le han llamado para felicitarle por su elección.

El expresidente catalán ha asegurado que Felipe VI es «una persona que de verdad querría que el tema catalán se resolviera», aunque ha añadido: «Pero me temo que para una mayoría del pueblo catalán ya no es aceptable, hoy por hoy».

Catalunya

Ambos han repasado de forma detallada el proceso de relevo entre ellos y las sensaciones y emociones personales que vivieron a lo largo del fin de semana en el que se decidió el mismo.

Para Mas, la estabilidad del gobierno catalán, con el apoyo de la CUP, «está garantizada» gracias al punto número uno del acuerdo firmado con esta formación y ha considerado que «si mi renuncia quiere decir algo, es esta estabilidad».

Puigdemont, por su parte, ha opinado que «no nos hemos de mover de este marco», ha asegurado que conoce «el mundo y la cultura de la CUP», y se ha mostrado seguro de que «harán honor a lo que han firmado».

Respecto a la posibilidad de que Artur Mas pueda ingresar en prisión por poner las urnas el día 9 de noviembre de 2014, el ex presidente ha indicado que si los responsables del Estado «son mínimamente inteligentes y le ponen más neuronas que testosterona, que está por ver», esta «imagen tremenda» no se tiene por qué dar.