El Gobierno tiene constancia de unos 160 ciudadanos españoles que, tras un proceso de radicalización, han viajado a Siria o Irak para adherirse a las filas de grupos terroristas, según ha informado este martes el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

En unas declaraciones en València, tras asistir a la toma de posesión del nuevo jefe superior de Policía de la Comunitat, José Javier Cuasante, Martínez ha insistido en que «es un asunto que se sigue muy de cerca, una de las principales preocupaciones en materia de seguridad en toda la UE».

Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ha agregado, realizan un seguimiento de los denominados «desplazados», es decir, «personas que se radicalizan en sus lugares de residencia europeos y se desplazan a Siria o Irak para hacer lo que consideran la yihad, el martirio».

Estas personas «se adhieren a las filas del Daesh o Al Qaeda convirtiéndose en terroristas para, en muchos casos, retornar a sus países dispuestos a realizar masacres como las que hemos visto hace sólo unos días».

El Gobierno tiene constancia de unos 160 desplazados españoles, una cifra que, según el secretario de Estado, permite concluir que «el indicador de radicalización es menor que en otros países de la UE».

«El número de estos 'foreign fighters' -combatientes extranjeros en inglés- es sensiblemente inferior al de otros países europeos, aunque las cifras son aproximadas. Lo importante es el control de este fenómeno y que pongamos en común esos datos a través de Europol, para que todos los países hagan el mismo esfuerzo de seguimiento, ya que como digo es la primera preocupación ahora mismo», ha agregado.

«La semana pasada -ha añadido-, después de conocer los atentados de Bruselas, se reunió la mesa de valoración de la amenaza en el Ministerio del Interior, de la que forman parte la Policía Nacional, la Guardia Civil y el CNI, para poner en común la información; y eso se repite todas las semanas», ha agregado Martínez.

Preguntado por si cree que existieron errores de coordinación en materia de seguridad en los recientes atentados de Bélgica, ha sentenciado: «sobre unos hechos tan dramáticos no voy a entrar en valoraciones».

«Me merece todo el respeto el trabajo de otros cuerpos y quiero trasladarles nuestro apoyo. Evidentemente hay posibilidades de colaboración, aunque hemos avanzado mucho por la fuerza de los hechos, que nos ha obligado a acelerar unos procedimientos que se pueden mejorar», ha concluido.