La estatua de Cristóbal Colón preside el inicio de la Rambla de Barcelona. | Redacción Digital

La estatua de Colón se queda en lo alto del monumento al descubridor de América que, desde 1888, preside el inicio de la Rambla de Barcelona, después de que todos los grupos han reprochado este viernes a la CUP que haya propuesto retirarla, lo que ha suscitado una nueva polémica sobre los símbolos y los monumentos.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha argumentado que para poner en evidencia la «dimensión colonial» del monumento a Colón «no hace falta sacarlo» y ha explicado que, este otoño, el ayuntamiento ha programado dos conferencias de expertos y estudia señalizarlo y explicar sus esculturas.

El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado la propuesta de la CUP de retirar esta estatua y la del empresario Antonio López -por su relación con el tráfico de esclavos- en una votación en la que los anticapitalistas se han quedado solos, BComú y ERC se han abstenido, y han votado en contra C's, PSC y PP.

La CUP proponía también retirar las banderas españolas y los símbolos monárquicos que hay en las dependencias municipales, declarar laborable el 12 de octubre y pedir a la Generalitat que prohíba las concentraciones fascistas.

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Los símbolos han protagonizado este viernes gran parte del pleno del Ayuntamiento de Barcelona que, en otro punto del orden del día, ha aprobado cambiar el nombre del salón donde celebra sus reuniones y denominarlo «Salón de Carles Pi i Sunyer», en honor del que fue el primer alcalde elegido por sufragio universal masculino y femenino de la ciudad.

De esta forma, el salón ha dejado de denominarse de la Reina Regente, en referencia al retrato de la reina María Cristina y de su hijo Alfonso XIII, que preside el hemiciclo.

El gobierno de la alcaldesa Ada Colau ha sometido la propuesta a votación en el plenario y con 33 de los 41 votos de los concejales ha superado la mayoría cualificada requerida, que es de 27.

Los grupos de gobierno -Barcelona en Comú y PSC-, CiU, ERC y la CUP han votado a favor y han elogiado la figura y la trayectoria del alcalde Carles Pi Sunyer, que también fue ministro de trabajo de la Segunda República.