Así lo ha señalado Errejón, en declaraciones a los medios en el Congreso, en respuesta a la carta de Iglesias, en la que su «amigo» y «secretario general», como le ha llamado, le avisa de que no puede pedirle que desvincule su papel de líder del partido de sus ideas.
Tras admitir que es «un poco más pudoroso» que su compañero y que está «acostumbrado» a decirse ciertas cosas «en privado», Errejón ha recordado que son sus «adversarios» los que pretenden que Podemos se encierre en sí mismo y se limite a «mirarse el ombligo».
«Tenemos que tener cuidado de que la discusión no se convierta en una discusión privada entre dos dirigentes. No podemos convertir la segunda Asamblea Ciudadana de Podemos en una discusión entre dos dirigentes. No podemos convertirlo simplemente en un debate de caras, sobre todo porque ahí estamos de acuerdo. Creo que estamos profundamente de acuerdo en no convertir esto en una telenovela privada, ni siquiera en una telenovela de género epistolar hermoso entre dos amigos», ha remarcado Errejón.
Sin pasar por alto que su «relación de amistad» con Iglesias es importante, el también portavoz parlamentario de Unidos Podemos ha subrayado que lo fundamental es el debate político y organizativo y ha pedido poner ahí el foco.
Seguiremos el camino juntos
«Nos debemos un debate político de altura sobre con qué rumbo seguimos avanzando para conseguir un país más justo. Nos debemos la discusión de un modelo organizativo que evite que nos encerremos en nosotros mismos y que permita democratizar, descentralizar, integrar y asegurar que hacemos el camino juntos», ha defendido.
En su misiva, Iglesias afirma que quiere un Podemos en el que Errejón pueda trabajar a su lado y no frente a él, pero el secretario Político considera que «a estas alturas» nadie duda que han hecho «el camino juntos» y así van a seguir. «Por tanto --ha insistido-- la discusión es qué rumbo vamos a emprender y cómo vamos a ser un instrumento mejor».
En este contexto, el número dos del partido ha subrayado que Podemos no puede «opacar» una «discusión política» que, desde su punto de vista, es imprescindible y sigue teniendo pendiente. «La necesitamos y nos la debemos desde hace tiempo», ha dicho varias veces.
Primero el proyecto y luego los equipos
Así, ha vuelto a defender que las bases del partido tienen que discutir «de política» y «discutir hacia fuera» sobre qué proyecto quieren para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos y también sobre si hay que avanzar hacia un «modelo organizativo más plural, desconcentrado, proporcional y que permita mayor integración y deliberación».
«En mi opinión, esto se consigue teniendo discusión política y después una discusión sobre los compañeros que nos vamos a poner al frente del nuevo rumbo de Podemos», ha reiterado defendiendo que se voten primero los proyectos y luego los equipos, como, ha apuntado, se ha hecho antes.
En cualquier caso, ha subrayado que no cree que las «diferencias» sean insalvables, porque «no son antagónicas» y ha defendido que se discutan en abierto. «Tenemos derecho a tenerlas y tenemos derecho a integrarlas, a asumir parte de lo que dicen compañeros que están haciendo análisis diferentes y con eso establecer una hoja de ruta mejor para lo que creamos Podemos: Un Gobierno al servicio de la gente», ha añadido.
Un modelo para ganar, no para resistir
En este sentido, no ha descartado que pueda haber acuerdos antes de la cita de febrero. Eso sí, ha dejado claro que sólo serán posibles si se da la premisa de que «cada uno ponga con toda la honestidad sus ideas encima de la mesa», tanto en lo político como en lo organizativo. «Y después veremos si podemos llegar a acuerdos», ha agregado.
Desde su punto de vista, eso es justo lo que quiere «la inmensa mayoría» de la gente que les ha acompañado en su recorrido, pero ya ha avanzado que no aceptará un «acuerdo de cartón piedra» sino que el consenso debe buscarse en torno a «ideas» y a «un modelo para ganar».
Como puntos irrenunciables, ha vuelto a citar la «transversalidad», la apertura «hacia fuera», la democratización, y feminización internas y la idea de que Podemos no es un instrumento «para resistir, sino para ganar». «Creo que estos son elementos de acuerdo entre la amplísima mayoría no sólo de los dirigentes, sino de la gente que a decidir nuestro rumbo en la segunda Asamblea Ciudadana», ha remachado.
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