Imagen del operativo policial en torno al autocar en el que viajan los miembros de la CUP. | CUP

La Policía Nacional ha retenido este martes por la mañana cerca de Alcalá de Henares (Madrid) el autocar en el que viajan miembros y simpatizantes de la CUP para apoyar a los tres independentistas catalanes detenidos este lunes por quemar fotos del Rey, y en el que viajan otros dos investigados que no fueron localizados.

Así lo ha informado en su cuenta de Twitter la CUP Barcelona, que precisa que en el autobús viajan Nora Miralles y Roger Santacana, dos miembros de la CUP de Manresa, que han sido detenidos por plantar al juez Fernando Andreu y negarse a declarar en relación con la quema de fotos del Rey y una fotocopia de la portada de la Constitución durante la pasada Diada.

La CUP señala también que los agentes policiales han identificado y registrado, uno a uno, a todos los viajeros del autobús y han fotografiado las esteladas y pancartas que llevaban para la manifestación de apoyo a los tres independentistas detenidos este pasado lunes, que han sido conducidos a la Audiencia Nacional.

Estos tres detenidos son el concejal de distrito de Sant Andreu de Barcelona Iván Altimira (CUP); el técnico de medio ambiente del Ayuntamiento de Navàs (Barcelona), gobernado por la CUP, Jordi Almiñana; y el concejal y portavoz del grupo municipal de Som Gramenet, integrada por CUP y Podemos, Aitor Blanc.

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Los tres fueron detenidos por los Mossos d'Esquadra, que este lunes no pudieron localizar a Nora Miralles y Roger Santacana.

El juez Andreu imputó a los cinco jóvenes por un delito de injurias a la Corona después de que en la manifestación convocada por la izquierda independentista en la última Diada una decena de personas, a cara descubierta, quemaran fotografías de Felipe VI y, en su reverso, una fotocopia de la portada de la Constitución.

Los Mossos d'Esquadra remitieron un atestado a las autoridades judiciales, por lo que el juez Andreu citó a los cinco jóvenes para que comparecieran el pasado 7 de diciembre, aunque les ofreció poder declarar por videoconferencia desde la Audiencia de Barcelona.

Sin embargo, los cinco jóvenes plantaron al juez ya que, según aseguraron en una rueda de prensa el pasado día 2, su objetivo era «desobedecer» al magistrado porque consideraban que no es delito quemar imágenes de una institución que, según sostienen, ha «reprimido a los Países Catalanes».