El magistrado apunta que Miguel Bernad «difícilmente» podría ocultar pruebas. | Efe

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acordado la puesta en libertad bajo fianza de 50.000 euros del secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, en prisión desde abril acusado de chantajear a cambio de retirar acusaciones como la de la infanta Cristina en el caso Nóos.

En su auto, el magistrado indica que siguen existiendo indicios de los delitos imputados a Bernad, pero tiene en cuenta el tiempo que lleva en prisión provisional, la situación en la que se encuentra la causa, su estado de salud y que «difícilmente» podría ocultar pruebas.

Por ello, acuerda ponerle en libertad bajo fianza y le impone como medidas cautelares la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado más próximo, la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del país.

No ha resuelto nada, sin embargo, respecto al líder de Ausbanc, Luis Pineda, que permanece en la cárcel madrileña de Soto del Real desde el pasado 18 de abril, mismo día que Pedraz la medida de prisión para Bernad.

Desde que ingresó en la cárcel, Bernad ha pedido su libertad al juez hasta tres veces, proponiendo el pago de una fianza o quedar en arresto domiciliario por los problemas de salud que le han llevado a tener que ser operado de un desprendimiento de retina estando ya en prisión.

Hasta ahora, Pedraz siempre se ha opuesto a concedérsela por no haber variado las circunstancias por las que fue a la cárcel y alegando también la nueva investigación que se abrió contra él en un juzgado de Madrid por apropiación indebida.

Sí que le concedió en septiembre un permiso extraordinario de dos días para visitar a su madre enferma en Valladolid.

Hoy, el magistrado ha aceptado y ha tenido en cuenta que Bernad -quien todavía no ha pagado la fianza, según han confirmado fuentes jurídicas- solicitó ese permiso extraordinario debido a la «avanzada edad» de su madre y a su propio estado de salud.

Y alega en su auto que «la instrucción no habría de verse perjudicada» en el caso de que Bernad se encontrase en libertad.

Tanto él como Pineda están acusados de extorsionar a bancos a cambio de publicidad o de retirar acusaciones y se les imputan los delitos de extorsión, amenazas, pertenencia a organización criminal, estafa, administración desleal y fraude de las subvenciones.

Según Pedraz, Pineda dirigía una organización criminal que usaba la «cobertura» de presidir una asociación en defensa de los consumidores cuando en realidad coaccionaba a estas entidades a cambio de dinero.

Y «como medio para reforzar dicha coacción», apunta el magistrado, usaba al sindicato presidido por Bernad.

Los bancos que aceptaban el chantaje para que se les hiciera publicidad positiva o se les retiraran acusaciones pagaban a cambio grandes sumas de dinero, que el juez no cuantifica, enmascaradas en convenios publicitarios

En concreto, el juez les atribuye a ambos cuatro chantajes para que Manos Limpias retirara acusaciones en causas judiciales, entre ellas la de la infanta Cristina en el caso Nóos.