El ex ministro popular ha afirmado que una de las consecuencias del 'procés' es la destrucción del mapa político en Cataluña. | Fernando Alvarado

El exministro popular Josep Piqué ha criticado este martes que el sistema educativo catalán esté orientado, desde hace muchos años, a «debilitar la idea de España» y ha abogado por tratar de resolver el desafío independentista planteando una «batalla en el terreno de las ideas» para, según él, explicar a quienes han pasado «del autonomismo al independentismo más o menos crítico» que la secesión de España es un «camino imposible».

«Que es un camino que nos lleva a ninguna parte y que lo mejor para los ciudadanos de Cataluña es seguir incardinados en una España plural, reconocida como tal por la Constitución», ha señalado en una entrevista en la Cope recogida por Europa Press.

En ese sentido, Piqué ha opinado que «lo más importante» es plantear la batalla en el terreno de las ideas, de los sentimientos y de los afectos, así como ir recuperando el terreno que han ido «conquistando los independentistas».

«Están permanentemente presentes en el debate público, con una presión brutal desde los medios de comunicación públicos y también algunos privados, con muchos años de un sistema educativo orientado a debilitar la idea de España, con muchos años de progresivo oscurecimiento de la presencia del Estado», ha añadido.

A su modo de ver, hay que creerse que aún hay tiempo para hacerlo, porque lo contrario sería «tirar la toalla» y eso sería «una auténtica tragedia».

Preguntado sobre quién va a ocupar la «supuesta centralidad» del PDeCAT se desploma, Piqué ha dicho que «una de las consecuencias del famoso proceso ha sido la destrucción del mapa político catalán». Además, ha agregado que eso tiene un efecto adicional que es que la desaparición de esa fuerza política «ha dejado también sin interlocución» a una mayoría social de Cataluña.

En ese contexto, Piqué cree que muchos ciudadanos catalanes se sienten «huérfanos» de representación política porque, a su juicio, «no acaban de identificar una fuerza política» que les pueda representar adecuadamente en cuanto a «sus intereses» y «sus sentimientos».

Aunque ha dejado claro que no piensa volver a la vida política, ha apostado por realizar un «debate sobre ideas desde la sociedad civil: no renuncio como ciudadano, como catalán y como español a intervenir en el debate de las ideas, a intentar hacer algún tipo de aportación que ayude».