Imagen de un bombero, trabajando en sofocar un fuego. | Efe

Numerosas reacciones ha tenido la convocatoria de ocho plazas de bombero ofertadas por el Ayuntamiento de Burgos, que se zanjó con más del 60 por ciento de los 62 candidatos suspendidos por sus faltas de ortografía cometidas en la prueba de selección correspondiente.

Según explicó el Diario de Burgos, y posteriormente recogieron diversas cabeceras de todo el país, la oposición constaba de cuatro pruebas: cultura general, ortografía, problemas y conocimiento de la ciudad, todas ellas eliminatorias.

Al fallar estrepitosamente la mayoría de candidatos en la segunda –en la que cada falta ortográfíca se penalizaba con 0,1 puntos– , el panorama quedó mucho más despejado para los 'supervivientes'. Algunos de los fallos en una prueba de dictado fueron «exclavo», «axfisia», «hayaba», «ojaldres», «hechado» o «esagerado», por indicar solo algunos ejemplos.