La mayoría de estas circunstancias laborales entre facultativos se dan en mujeres. | Pixabay

El 43,5 por ciento de los médicos que trabajan en España ha sufrido en el último año algún tipo de acoso, maltrato o discriminación en su centro de trabajo, bien por sus superiores bien por sus propios compañeros, según datos de un informe de la Organización Médica Colegial (OMC) y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).

«Es odioso, impresentable y hay que trabajar contra ello», según ha denunciado el presidente de la institución colegial, Juan José Rodríguez Sendín, que admite que esta situación siempre ha existido en el ámbito médico pero ahora se ha acentuado con la precariedad laboral que sufren estos profesionales.

El informe, realizado a partir de una encuesta a 13.335 médicos, muestra que los agravios más frecuentes son perjuicios relativos a su carga laboral o al horario de trabajo, vetos para prosperar en su carrera profesional, ridiculización o minusvaloración e incluso insultos o comentarios despectivos delante de otros profesionales o ante pacientes.

Además, estos casos de acoso o discriminación son más frecuentes en mujeres (46%, frente al 41% de los hombres), médicos menores de 40 años (51,2%) o profesionales de nacionalidad extranjera.

No obstante, el motivo varía en función de si el acoso está propiciado por los propios compañeros (algo que ha sufrido el 13,4% de los encuestados) o por superiores jerárquicos (40,5%), bien jefes de servicio o sección o directores del centro que, en cualquier caso, casi siempre son también médicos.

Así, las situaciones vejatorias más frecuentes sufridas por parte de los superiores son perjuicios en cuanto a la carga laboral (29,2%) o el horario de trabajo (14,6%) o un veto para poder prosperar en su trayectoria profesional (10%). En cambio, cuando lo provocan otros compañeros son más frecuentes la ridiculización o minusvaloración ante otros miembros del Servicio o ante pacientes, difusión de presuntos fallos o carencias y acusaciones públicas.

De igual modo, ha explicado Óscar Gorria, coordinador del trabajo, mientras que en los centros de salud el acoso o discriminación se centra en problemas por el horario o la carga laboral y viene de los superiores, en los hospitales «la vejación se centra en la carrera profesional y viene más por parte de compañeros».

Además, el estudio muestra como algo más de la mitad de los médicos afectados no toma medidas al respecto «al considerar que es una situación normal en la institución en que trabaja o por miedo a represalias», algo que sucede con más frecuencia en el ámbito hospitalario.

El presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), Fernando Carballo, cree que hace años se vivían «situaciones de maltrato, 'mobbing' y caciquismo peores», mientras que el máximo responsable de la OMC admite que las situaciones de acoso «siempre han sido preocupantes en el sector médico, pero ahora lo son más».

«Lo único que nos queda es denunciar esta situación», según Rodríguez Sendín, que hace un llamamiento a los médicos afectados a que informen de estas situaciones ante los colegios profesionales que, en función de cada caso, podrían abrir un expediente al médico responsable.

Además, el coordinador de Estudios de la CESM, Miguel Ángel García, recuerda que «parte de la solución es de los propios compañeros» y ha recordado que hasta un 27,5 por ciento de los médicos que ha presenciado agravios sobre otros compañeros tampoco han tomado medidas.

Pero la principal medida, según coinciden todos, es «acabar con la precariedad» que sufren desde hace años estos profesionales, como muestran los resultados de la cuarta oleada de su estudio 'Situación laboral de los médicos en España', que revela cómo hasta el 58 por ciento de los médicos de la sanidad pública no tiene su plaza en propiedad y hasta un 45 por ciento tienen contratos precarios, bien por ser inferiores a seis meses o por tener una jornada parcial.

Además, esta situación se agrava también en el caso de las mujeres, los médicos jóvenes o extranjeros, y también muestra como el paro sumergido aumenta en dos puntos con respecto al año anterior, de tal forma que el 34,2 por ciento de los médicos encuestados que no disponen de plaza en propiedad y se encuentran en desempleo no están apuntados al paro.

«Los contratos por días u horas son explotación pura y dura, y hasta parece que no merece la pena ir a apuntarse al paro, como si estuviera todo diseñado», según el presidente de OMC, que teme que esta situación «tiene consecuencias sobre los pacientes».

En ello coincide el presidente de FACME, para quien «resulta imposible alcanzar la excelencia en una situación de precariedad, por muy buen médico que uno sea».

Además, el secretario general de CESM, Francisco Miralles, ha lamentado que tanto el Gobierno como las comunidades sigan sin tomar medidas contra la precariedad y temporalidad de estos profesionales a pesar de que todos coinciden en que es un problema y hay sentencias que instan a tomar medidas. De hecho, no ha descartado movilizaciones ante una situación que ya consideran «intolerable».