Idoia López Riaño La Tigresa. | Efe

La histórica terrorista Idoia López Riaño La Tigresa, que integró uno de los comandos más sangrientos de ETA, saldrá de forma definitiva de prisión el próximo 13 de junio tras cumplir la totalidad de sus condenas. Ya el pasado año disfrutó de permisos tras valorarse por el juez de Vigilancia Penitenciaria su arrepentimiento, que expresó en varios escritos.

La Tigresa atentó en Mallorca el 30 de julio de 1991 junto a su compañero José Luis Urrusolo Sistiaga, que también consiguió la libertad. No causaron víctimas, pero hicieron saltar por los aires un chalet en la calle Arquitecto Bennàssar, donde residían alféreces de complemento, y hacer explotar un coche en la Plaça del Mar, junto al edificio de suboficiales del Ejército.

López Riaño integró uno de los comandos más sangrientos de la historia de ETA, el ‘comando Madrid’ de mediados de los ochenta, en el que figuraban otros conocidos terroristas como De Juana Chaos, Soares Gamboa, Antonio Troitiño o Inés del Río.

Perpetraron algunos de los atentados más cruentos de la organización como el de la calle de Juan Bravo o el de la Plaza de la República Dominicana, que acabaron con la vida de cinco y doce guardias civiles, respectivamente. Además, en la cuenta particular de Idoia López Riaño también hay un empresario, un marinero, tres militares (entre ellos Ricardo Sáenz de Ynestrillas) y un policía.

También fue condenada por integrar posteriormente el denominado ‘comando Ekaitz’ entre el año 1991 y 1992. A ese grupo, en el que también estaba Urrusolo Sistiaga, se le atribuyen acciones terroristas en Zaragoza, Tarragona, Barcelona, Alicante, Valencia y Murcia.

«Las muertes de este comando me duelen en lo más profundo del alma y aun más por no haber podido hacer nada por evitarlas. Yo tan solo tenía 20 años y aun así me jugué la vida en ese intento. Me costó siete años de mi vida en Argelia y que se me condenara a una pena terrible», confesó López Riaño en un texto remitido al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, que justificó en este arrepentimiento sus permisos.

En 2015 el juez central de Vigilancia Penitenciaria José Luis Castro le denegó este mismo permiso de salida alegando que ‘La Tigresa’ -acogida desde hace años en la denominada ‘Vía Nanclares’- tan sólo reconocía dos de los 23 asesinatos por los que cumple condena. Además, los justificaba diciendo que sus víctimas eran un traficante de drogas y el otro, un miembro de los GAL.