La periodista María Teresa Campos, acompañada de su hija Terelu, a su salida de la Fundación Jiménez Diaz, tras recibir el alta médica. | J.P.GANDUL

María Teresa Campos hizo una campaña sobre el ictus, y eso y que su chófer recordó uno de los síntomas ha hecho que la presentadora esté «hoy aquí» y parezca «que no le ha pasado nada», aunque le ha pasado «mucho», según ha dicho este mediodía a su salida del hospital en el que ingresó hace una semana.

La periodista, de 75 años, permanecía ingresada en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid desde el pasado 16 de mayo, cuando sufrió un ictus que le ha afectado a la visión, y este miércoles ha recibido el alta médica en medio de una gran expectación mediática.

Al salir, vestida con un pantalón blanco, una blusa rosa y unas grandes gafas de espejo, la presentadora ha declarado a los periodistas que había algo «muy importante» que quería decir y ahí ha pedido agua para aclararse la voz.

«Cuando me sentí mal, hubo personas... Hice -ha continuado, tras una pausa emocionada- una campaña sobre el ictus (en Mediaset, en 2013), y Gustavo (su chófer) se dio cuenta de que yo tenía una de las cosas que dije en esa campaña».

«Y eso hizo que yo esté hoy aquí; que parezca que no me pasado nada, aunque me ha pasado mucho», ha dicho refiriéndose al síntoma de doble visión que desató las alarmas.

Ha asegurado que va a hacer todos los ejercicios que le han prescrito «con esto de los ojos»: «Espero que nos veremos pronto», ha deseado.

Agradecimientos

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Campos ha dado las gracias a la prensa por el interés «en su persona», a Mediaset y a su consejero delegado, Paolo Vasile, a la Fundación Jiménez Díaz, a los neurólogos que la han tratado, los doctores García Herranz y García Cortés, a la responsable de prensa y a «todo el personal de la planta nueve», que han sido «maravillosos» con ella.

También ha recordado a la madrileña Clínica de la Luz, donde ingresó en un primer momento y de donde la derivaron a la UCI de Ictus de la Fundación Jiménez Díaz.

Su hija Terelu, que ha señalado que lo que su madre necesita ahora es «descansar» y recuperarse, ha agradecido a los medios haber informado puntualmente sobre el estado de la periodista y ha señalado que han creído en todo momento «innecesario» mantener «el ocultismo», porque eso «solo da lugar a la especulación».

Su hija Carmen ha añadido que su madre tiene que estar «optimista» y que necesita «ejercicios» y «tiempo».

Campos ha estado en la Fundación Jiménez Díaz desde el 16 de mayo, primero en la Unidad de Ictus y, desde el pasado jueves, en una habitación en la que el equipo médico tuvo que restringir las visitas.

Desde que sufriese el ictus, la veterana televisiva, que recientemente despidió su programa «¡Qué tiempo tan feliz!» tras más de 660 emisiones y firmó un contrato de larga duración con Mediaset, ha recibido numerosas muestras de cariño tanto en las redes sociales como a través de sus hijas, según han asegurado ellas en varios programas de Telecinco.

Por su expreso deseo, no se ha informado de lo ocurrido a su pareja, Edmundo Arrocet, que está concursando en «Supervivientes».