La autopsia al cadáver de Ignacio Echeverría, el español asesinado el pasado sábado en el atentado de Londres, se practicará mañana, 9 de junio, y después comenzarán todos trámites para la repatriación del cuerpo, según ha afirmado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press.

«Todavía desgraciadamente quedan otros trámites. Creo que mañana queda practicar la autopsia y ya después de practicar la autopsia habrá que efectuar todos los trámites para la repatriación del cadáver», ha señalado.

«Procuraremos hacerlo lo antes posible para que acabe cuanto antes esta pesadilla», ha subrayado, recalcando que este tipo de trámites «sin lentos». En este sentido, ha insistido en que la embajada y el consulado de España en Londres «seguirán trabajando».

La familia de Ignacio Echeverría podrá ver este jueves su cuerpo después de confirmarse este miércoles el fallecimiento del español en el ataque perpetrado por yihadistas en la zona del Puente de Londres.

Zoido ha hecho hincapié en la «ejemplaridad» de los familiares de Echeverría que este miércoles confirmaron su muertes tras varios días intentando localizarle. El día del atentado el español de 39 años regresaba de patinar con sus amigos en un parque cuando vieron a un hombre apuñalando a una mujer en el entorno del Mercado de Borough, junto al Puente de Londres. Según el testimonio de sus amigos, fue el único que se paró para socorrer a una mujer que estaba siendo apuñalada y se enzarzó con el agresor.

Zoido ha recordado que, desde que la propia familia anunció que no sabía de su paradero, el ministro de Exteriores «ha estado en contacto permanente» con su homólogo británico, Boris Johnson, «trabajando de manera intensa».

Además, ha incidido en que la ministra del Interior del Reino Unido, Amber Rudd, ya ha pedido disculpas a España por la demora en la identificación del cadáver de Echeverría. No obstante, Zoido ha reiterado sus críticas, remarcando que el tratamiento a los familiares ha sido «inhumano» y el proceso debió «aligerarse».