El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, ha negado este miércoles ante la Audiencia Nacional conocer una caja B del PP, financiación ilegal y el cobro de sobresueldos en B. Según ha explicado, los cargos del partido tenían un «complemento» que se declaraba a Hacienda.

En su declaración como testigo en el juicio de la primera parte la trama Gürtel (1999-2005), Rajoy ha asegurado además que recordaba «perfectamente» la reunión que se produjo en 2010 en su despacho con el extesorero Luis Bárcenas, su mujer Rosalía Iglesias y el exministro Javier Arenas.

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Según ha dicho, le pareció un encuentro «razonable» porque Bárcenas había trabajado 30 años en el partido y quería «despedirse». En esa reunión, ha proseguido, el extesorero explicó que a partir de ese momento iba a dedicar tiempo a «defenderse» y le pidió una sala para meter sus «papeles y documentos» y poder utilizar el coche del partido, algo que vieron «razonable».

A lo largo de su declaración, el jefe del Ejecutivo ha repetido en varias ocasiones que su labor era política y que no llevaba ni estaba al tanto de las cuentas de la formación, ni cuando dirigió campañas electorales del PP. «Mis responsabilidades son políticas, no de contabilidad», ha enfatizado.