Puigdemont advierte de que el Estado intentará "poner a prueba" a los catalanes | PDECAT

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha advertido de que el Estado intentará "poner a prueba" a los catalanes antes del 1 de octubre, día previsto para la celebración del referéndum sobre la independencia sobre el que el Parlament ha aprobado esta semana la ley que lo regula y que el Tribunal Constitucional (TC) ya ha suspendido cautelarmente.

Durante su intervención en el Consell Nacional del PDeCAT, celebrado este sábado en Barcelona, ha alertado de que los poderes del Estado "saben que el Parlament ya ha terminado su trabajo y que el Govern lo tiene todo en marcha", por lo que centrarán su actividad en atacar la movilización ciudadana y en causar confusión.

"Querrán acabar con este gran capital democrático que tenemos porque quieren que lo perdamos", ha asegurado, y ha señalado a la ciudadanía como principal garantía democrática en la celebración del 1-O.

"Atacan donde saben que hay verdaderamente las garantías porque pueden decir lo que quieran pero, si el 1 de octubre las urnas están llenas, cada voto es una garantía", ha defendido desde la facultad de Ciencias Políticas de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).

GOVERN "COMPROMETIDO"

Puigdemont ha reivindicado al PDeCAT como la formación que ha defendido el derecho a decidir desde el principio y que no se ha "desviado ni un milímetro" ni ha renunciado a ello desde que comenzó el proceso soberanista.

"Nos hemos comprometido y no hemos renunciado contra todos los profetas y ante la sorpresa de los que han acostumbrado a su sociedad a incumplir sus promesas", entre los que ha citado al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero por haber dicho que apoyaría el Estatut que aprobara el Parlament y al grupo parlamentario de SíQueEsPot que al inicio de la legislatura exhibió carteles pidiendo un referéndum y que en el último pleno fueron aplaudidos por Cs, ha dicho.

Así, ha afirmado que el Govern es fuerte y está determinado a cumplir con el mandato popular, y que "ningún tribunal, y especialmente el Tribunal Constitucional (TC) deslegitimado y conjurado con el Gobierno español" podrá tumbar la legalidad en la que se basa el referéndum, es decir, la ley aprobada esta semana en la cámara catalana.

Esta legalidad, ha aseverado, se basa en el derecho de los pueblos a su autodeterminación, como recogen los Derechos Humanos, "y por encima de los Derechos Humanos no puede pasar nadie", ha subrayado.

Puigdemont ha criticado a los movimientos de las fuerzas de seguridad que presuntamente investigan los preparativos del 1-O, como la entrada en una imprenta de Constantí (Tarragona) el viernes.

VENTA DE ARMAS Y DETENCIÓN DE PERIODISTAS

Asimismo, ha reprochado a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que hablara de vergüenza democrática refiriéndose al pleno del Parlament cuando el Estado firma ventas de armas con países sospechosos de financiar al terrorismo: "Eso hace pasar mucha vergüenza democrática. Eso no nos representa ni es el modelo de país en el que queremos que vivan nuestros hijos y nietos".

También se ha referido a la detención en Barcelona del periodista sueco-turco Hamza Yalçin, una detención sobre la que ha preguntado si se ajusta a derecho mantenerlo en prisión "porque lo pidió el señor Erdogan, un demócrata defensor de los Derechos Humanos", ha ironizado sobre el presidente de Turquía.

Ha precedido a Puigdemont la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, que al inicio de su intervención ha pedido un aplauso para los sentenciados por haber impulsado el proceso participativo del 9N de 2014 --Artur Mas, Joana Ortega, Francesc Homs e Irene Rigau, presentes en la sala-- que se ha convertido en una larga ovación.