Carta de Rajoy a Puigdemont.

El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que "aún tiene margen para contestar de forma clara y sencilla" al requerimiento del Gobierno acerca de si la pasada semana declaró o no la independencia. Tras recalcar que se trata de una "aclaración absolutamente necesaria", advierte de que si no apuesta por recuperar la normalidad y lealtad institucional, será "el único responsable de la aplicación de la Constitución", en alusión al artículo 155.

Así se recoge en la carta que Rajoy ha enviado esta mañana a Puigdemont, que previamente le había remitido otra misiva sin aclarar si proclamó o no la independencia en el Parlament el 10 de octubre y pidiendo una reunión "lo antes posible" para resolver el conflicto en Cataluña. Además, pone encima de la mesa dos demandas: una reunión Generalitat-Estado y el fin de la "represión contra el pueblo y el gobierno de Cataluña".

Antes de viajar a Galicia para visitar las zonas afectadas por los incendios, que ya han causado tres muertos, Rajoy ha respondido al presidente catalán -encabeza la carta con 'Molt Honrable Sr. D.Carles Puigdemont--, al tiempo que ha conversado por teléfono con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, según han confirmado fuentes de Moncloa.

EL REQUERIMIENTO ES UNA "OPORTUNIDAD"

Rajoy señala que el requerimiento es una "oportunidad" para "reconducir el grave deterioro de la convivencia que se vive en Cataluña", para que la Generalitat "vuelva a la ley y, a partir de ahí, se recupere la normalidad institucional entre administraciones" . Según recalca, se trata de una "llamada a la claridad política", ya que, el presidente catalán tiene la "obligación" de explicar a los ciudadanos qué ha pasado y si su voluntad es cumplir o no las leyes vigentes.

"Es una aclaración absolutamente necesaria. No sólo el Gobierno de España sino todos los catalanes, tienen derecho a saber con certeza si su declaración del 10 de octubre de 2017 ante el Pleno del Parlamento o la firma posterior de un documento redactado en términos inequívocos implican la declaración de independencia, al margen de que ésta se encuentre o no en vigor", subraya.

Por eso, confía en que en las horas que faltan hasta el segundo plazo del requerimiento -el jueves 19 de octubre a las 10.00 horas-- responda con la claridad que todos los ciudadanos exigen porque "prolongar esta situación de incertidumbre solo favorece a aquellos que pretenden liquidar la concordia cívica e imponer un proyecto radical y empobrecedor para Cataluña".

Además, Rajoy subraya que el requerimiento que le mandó el pasado miércoles supone el "paso previo" al procedimiento establecido en el artículo 155 que "no implica la suspensión del autogobierno, sino la restauración de la legalidad en la autonomía", en "contra" de lo que sostiene el Gobierno catalán.

LO QUE HAY ES UN "CONFLICTO DE LEGALIDAD"

Tras asegurar que no puede aceptar "en modo alguno la existencia" de lo que Puigdemont denomina "conflicto histórico entre el Estado español y Cataluña", el presidente del Gobierno destaca que "nunca" en toda su historia los ciudadanos de Cataluña han gozado de más libertdes y más autonomía política y financiera que durante esta etapa democrática. En su opinión, el único conflicto que existe en este momento es un "conflicto de legalidad" y solo poniéndole fin se podrán abordar temas que preocupan "realmente" al conjunto de los catalanes.

Rajoy, que dice que no quiere generar nuevos escenarios de controversia, resalta que "todos" están sujetos" al imperio de la ley y obligados a respetar las resoluciones de los tribunales. Y aprovecha para recordar que las instituciones de la UE y sus gobiernos han expresado con "rotundidad su posición contraria a la independencia y a la ruptura del principio de legalidad".

Es más, el jefe del Ejecutivo advierte a Puigdemont de que sus actuaciones están generando una "importante fractura" en la sociedad catalana y una "enorme incertidumbre económica" que "pone en riesgo el bienestar de los ciudadanos". De hecho, señala que algunas agencias de calificación ya están planteando la posibilidad de que Cataluña "caiga en recesión su se prolonga esta situación de inestabilidad".

INVITACIÓN PARA ACUDIR AL CONGRESO

Después de que el presidente catalán apele al diálogo y pida una reunión, Rajoy afirma que no resultan "creíbles" esos llamamientos al diálogo en nombre del conjunto de Cataluña cuando él mismo se niega a hablar con una parte importante de esa sociedad a través de sus legítimos representantes en el Parlamento catalán.

Rajoy, que alude al apoyo de PSOE y Ciudadanos a las actuaciones del Gobierno en defensa de la legalidad, invita al presidente catalán a dialogar en el Congreso para abordar las demandas que reclama. "Le invito de nuevo a comparecer ante el Parlamento y trasladar sus demandas a los legítimos representantes de la soberanía nacional, que son los únicos que pueden entender de las mismas", asevera.

Finalmente, insiste en que Puigdemont "aún tiene margen para contestar de forma clara y sencilla" al requerimiento: "Sigue estando en su mano abrir un nuevo periodo de normalidad y lealtad institucional que todo el mundo le está reclamando. En caso contrario, será usted el único responsable de la aplicación de la Constitución", concluye la misiva.

SANTAMARÍA: "EL DIÁLOGO NO SE EXIGE SE PRACTICA"

En una comparecencia en el Palacio de la Moncloa, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha recriminado a Puigdemont que no haya respondido "sí" o "no" a la pregunta de si ha declarado la independencia de Cataluña, pero ha reiterado que aún tiene tiempo para rectificar y evitar que el Gobierno aplique las disposiciones del artículo 155 de la Carta Magna.

"No era muy difícil decir si sí o no había declarado la independencia, que era la pregunta, no era una respuesta complicada", ha dicho Santamaría, que ha agregado que esa "perseverancia en la confusión" parece responder "a la estrategia de sus apoyos más radicales para tensar la situación al límite".

Igual que Rajoy, Sáenz de Santamaría ha advertido a Puigdemont de que su llamamiento al diálogo "no resulta creíble" teniendo en cuanta que él se ha negado a debatir con la oposición catalana y está haciendo "política de hechos consumados" e "imponiendo sus posiciones al conjunto de la ciudadanía". "El diálogo no se exige, se practica", le ha insistido.

La vicepresidenta, que ha evitado entrar a detallar qué medidas se aplicarán si el presidente catalán no rectifica, ha afirmado que "a veces" tiene la sensación de que algunos de los sectores más radicales lo que quieren es que el Gobierno "ya empiece a explicar las medidas del 155", un precepto que lo que busca en realidad es "reponer la legalidad". "Está en su mano evitar que se dén los siguientes pasos", ha dicho, para pedirle que "deje de enredar" y sea "claro".