Pedro Sánchez en el Congreso del PSOE de Murcia. | EUROPA PRESS

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido este sábado a Podemos y a los colectivos de izquierda que apoyan las demandas de los secesionistas en Cataluña que se separen del independentismo porque la fractura que están provocando en este territorio no la va a pagar la "aristocracia" catalana que dirige actualmente las instituciones, sino los más vulnerables.

"¿Es de izquierdas poner urnas sin ningún tipo de garantías en un país que ha sufrido durante 40 años una dictadura, es de izquierdas defender a un colectivo que lo que está haciendo es proclamar la independencia como consecuencia de una insolidaridad con otras regiones de España por el mero hecho de que pagan más recursos de lo que deberían pagar como consecuencia de su integración en España?", se ha preguntado en un mitin durante el congreso del PSOE murciano que ratificará a Diego Conesa como nuevo líder.

INDEPENDENTISMO: BREXIT CATALÁN

"No atisbo a ver ninguna bandera de izquierdas en la causa secesionista", se ha contestado a sí mismo, calificando el movimiento independentista como "el Brexit de Cataluña", porque el independentismo pretende "quebrar" de modo unilateral el autogobierno del que ha disfrutado Cataluña en estos últimos 40 años, un nivel de autonomía "sin parangón" en su historia y de los mayores en Europa.

Sánchez ha hablado antes de que se hicieran públicas las medidas concretas con las que el Gobierno aplicará por primera vez en la historia el artículo 155 de la Constitución española en una autonomía, de manera que no ha habido en sus palabras referencia explícita a esas iniciativas, pese a que el PSOE las conoce porque las ha estado negociando y pactando con el Gobierno.

En su discurso en Cartagena, el líder socialista se ha vuelto a referir a Podemos para rebatir la acusación de que el PSOE, con su apoyo al Gobierno para aplicar el artículo 155 en Cataluña, es el PP. Tras recordar que esa acusación parte de Podemos, que se negó a hacer presidente del Gobierno a Sánchez, lo que habría echado a Rajoy de La Moncloa, ha explicado que PP y PSOE tienen profundas discrepancias sobre "qué es y cómo debe ser España", pero "ninguna sobre la integridad territorial del país".

EL ÚNICO CULPABLE, UN MOVIMIENTO REGRESIVO

El líder del PSOE ha rechazado la mediación internacional que reclama el independentismo y los colectivos de izquierda que le apoyan. "Lo que está ocurriendo en Cataluña nada tiene que ver con la falta de pericia de los españoles y españolas y de sus políticos y sus instituciones y nuestro Estado social y de derecho para resolver crisis porque hemos resuelto crisis muy graves", ha afirmado, enterrando cualquier crítica hacia la inacción de Rajoy que tantas veces han denunciado los socialistas.

Lo que ocurre en Cataluña, ha abundado, sucede también en otros países europeos como Reino Unido, Polonia, Hungría o Alemania, donde "movimientos regresivos" están "deteriorando la democracia". Por eso, con su postura de apoyo al Gobierno para defender el Estado de Derecho en Cataluña, los socialistas están defendiendo "los valores democráticos europeos". Y por esa misma razón las instituciones comunitarias también están del lado del Estado español, ha argumentado.

Ante la disyuntiva de "dar la espalda a España" y "prolongar la agonía" que sufre en la actualidad Cataluña y "frenar cualquier quiebra unilateral de la convivencia", el PSOE, ha defendido Sánchez, ha optado por la segunda opción.

DIÁLOGO SÍ, EXCEPTO PARA ROMPER ESPAÑA

Eso no quiere decir, ha precisado, que el PSOE cierre la puerta al diálogo. "Pero siempre sobre cómo unirnos, nunca sobre cómo rompernos", ha advertido. Sánchez ha reconocido que le llama la atención escuchar a los secesionistas instar a un diálogo con el Gobierno de Rajoy cuando tienen "cerrado el Parlament" de Cataluña y se niegan a acudir al Congreso de los Diputados para participar en los debates sobre cómo modernizar el modelo territorial y en los futuros trabajos que se inicien sobre la reforma constitucional.

Rajoy y Sánchez han pactado abrir una subcomisión en la Comisión Constitucional del Congreso en 2018, una vez que finalice sus trabajos en seis meses la comisión parlamentaria recién creada en la Cámara Baja, a instancias de los socialistas, para evaluar el Estado autonómico español y estudiar su modernización.

Por el momento, ERC, PDeCat y Unidos Podemos han anunciado que no participarán en esa comisión, el PNV ha advertido de que será muy difícil su utilidad con el 155 en marcha, mientras que Ciudadanos también ha expresado sus dudas respecto de su eficacia, aunque sí participará.