El nuevo ministro de Economía, Industria y Competitividad, Román Escolano, asumirá la cartera de Economía en un momento de crecimiento económico y tendrá que encargarse de apuntalar la recuperación económica, reducir la deuda pública, concluir la venta de Bankia o aprobar la ley del mercado hipotecario, entre otros retos.

El que ha sido ministro español de Economía durante más de seis años, Luis de Guindos, cede el testigo de la cartera de Economía a Escolano en un momento en el que la economía ha conseguido mantener en 2017 su ritmo de crecimiento, con un alza del PIB del 3,1% y la creación de más de 600.000 puestos de trabajo.

Entre las primeras tareas que tendrá que llevar a cabo Escolano se encuentra la elaboración del nuevo cuadro macroeconómico que acompañará al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018, que el Gobierno aprobará en el Consejo de Ministros del próximo viernes 23 de marzo.

En concreto, está previsto que la nueva previsión de crecimiento se eleve al menos al 2,5%, según han avanzado ya el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el propio De Guindos, con el impacto derivado de la crisis en Cataluña aún por cuantificar.

Esta previsión supone un aumento de como mínimo dos décimas respecto al 2,3% actual, tras haberse rebajado a mediados de octubre en tres décimas por la crisis política en Cataluña y la falta de Presupuestos.

Por consiguiente, Escolano deberá trabajar para seguir apuntalando la recuperación económica y mantener el ritmo de crecimiento, en aras de conseguir que continúen los actuales niveles de creación de empleo de más medio millón de empleos al año, para alcanzar el objetivo de 20 millones de ocupados en 2020.

Además, Escolano llega a dirigir el departamento de Economía en un momento en el que el Gobierno ultima las negociaciones con las formaciones políticas y la elaboración de las cuentas públicas para conseguir su aprobación en el Parlamento.

En materia de consolidación fiscal, España cerró el año pasado con un déficit del 3,1% del PIB, frente al 4,33% del ejercicio 2016, por lo que previsiblemente saldrá este año del procedimiento de déficit excesivo en el que lleva inmersa desde el año 2010.

Con el desajuste entre ingresos y gastos más o menos encauzado, Escolano deberá centrarse en controlar el nivel de deuda pública, que el año pasado cumplió el objetivo anual del 98,1%, pero volvió a marcar un nuevo récord histórico en términos absolutos, al aumentar en 5.879 millones, hasta 1,144 billones de euros.

No obstante, los costes de financiación de esa deuda se mantienen por el momento en niveles históricamente bajos y los inversores siguen mostrando su confianza sobre la deuda en las distintas subastas del Tesoro, que este año realizará una emisión neta de 40.000 millones de euros, 5.000 millones menos que el año pasado, y emitirá 220.145 millones brutos, un 5,9% menos.

VENDER BANKIA ANTES DE 2019

A nivel financiero, Escolano tendrá que encargarse de retomar la privatización de Bankia con la venta de un nuevo paquete, para lo que deberá encontrar el mejor momento con el fin de maximizar la recuperación de las ayudas públicas que recibió la entidad.

La fecha límite para que el Estado deje de participar en el capital de la entidad financiera es el 31 de diciembre de 2019. Entre tanto, el Gobierno seguirá devolviendo fondos del rescate de 41.300 millones de euros desembolsados por el MEDE entre diciembre de 2012 y febrero de 2013. La deuda pendiente actual es de 26.700 millones.

Por otra parte, Economía deberá proponer el próximo mes de junio un sustituto, que será aprobado por el Consejo de Ministros, para la vacante que dejará tras seis años Luis María Linde como gobernador del Banco de España, dejando, a su juicio, el organismo "bien organizado" tras la creación de la Dirección General Adjunta de Innovación Financiera e Infraestructuras de Mercado.

LAS REFORMAS PENDIENTES

En lo que respecta a las reformas pendientes, el nuevo ministro deberá conseguir aprobar en el Parlamento la nueva ley hipotecaria, aprobada por el Consejo de Ministros en noviembre del año pasado, y que introduce límites a las ejecuciones, facilita la conversión del préstamos con interés variable a fijo y establece que los bancos no podrán determinar el vencimiento anticipado de una hipoteca hasta que el impago por parte del consumidor suponga el 2% del préstamo, incluidos los intereses, o alcance nueve cuotas durante la primera mitad del contrato.

Otra de las reformas pendientes es la relativa a la escisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en dos nuevas entidades independientes, una autoridad de competencia y otra sectorial o de mercados.

Dentro de la reforma de los organismos reguladores que prepara el Ejecutivo, De Guindos también adelantó que se pretende reforzar el papel de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), al integrar el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentes (ICAC) dentro de su estructura, por lo que sería otro de las tareas de Escolano.

También se contempla la creación de una Agencia de Seguros Independiente, con la que se completaría un modelo de supervisión "tripolar", uno para la banca, otro para valores y otro para seguros, así como la creación de una Autoridad de Protección al Ahorrador e Inversor Financiero.

El nuevo ministro también tendrá que decidir si retoma la ley de liberalización de los servicios profesionales y avanza con nuevas medidas para seguir impulsando la unidad de mercado, eliminar las barreras a la actividad empresarial y avanzar en digitalización.

En materia de Industria, deberá trabajar para impulsar la competitividad del sector en un contexto en el que tendrán mayor presencia los vehículos alternativos con energías limpias, ante las restricciones y prohibiciones en distintos ayuntamientos a los vehículos diésel.

Igualmente, Economía trabajará con Escolano al frente para atraer inversiones y conseguir la producción de nuevos modelos de automóviles en España.

A nivel europeo, Escolano tendrá que trabajar con sus colegas europeos en el Eurogrupo para avanzar en la unión monetaria y hacer frente a las subidas de tipos previstas por el BCE, donde a partir del próximo 1 de junio se sentará su antecesor, Luide Guindos, como vicepresidente del organismo.