El fundador y director de la ONG Proactiva Open Arms, Oscar Camps, ha explicado este lunes que su barco ha quedado retenido en Italia porque se acusa a la organización de desobediencia, pero ha advertido de que el motivo no importa, sino que la actuación responde a la voluntad de eliminar del Mediterráneo las ONG que rescatan a inmigrantes del mar.

"Nos podrían haber acusado de desobediencia, o nos podrían haber acusado de cualquier cosa", ha asegurado Camps, que ha explicado en rueda de prensa que hay tres personas encausadas --el capitán del barco, el jefe de misión y el coordinador--, y que se enfrentan a penas de prisión de entre cuatro y siete años, según él.

Lo ha explicado junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el cantante Joan Manuel Serrat y el periodista Jordi Évole, después de que su barco insignia fuera retenido preventivamente el domingo en Italia --en el puerto de Pozzallo, en Sicilia--, donde se les ha acusado de asociación criminal y de fomentar la inmigración ilegal por desobedecer a los autodenominados guardacostas libios.

Camps considera que esta acusación es una excusa que cuesta entender: "Lo que se está haciendo es boicotear la actuación de las organizaciones humanitarias en el mar" porque molestan, y se pretende, con financiación de la UE, que no queden testigos de lo que ocurre en el Mediterráneo, por lo que las dificultades han ido subiendo de tono hasta ataques militares, según él.

Ha dicho que hay 19 personas de la ONG en Italia, y ha lamentado que la organización ha pasado de ser "víctima de amenazas de muerte a ser acusados", y ha dicho que están a la espera de que el juez detalle las acusaciones y de la resolución judicial para que les dé pistas sobre cómo deben orientar su defensa, que ha asegurado que llegarán tan lejos como sea necesario, priorizando que ningún miembro de la organización sea detenido.

BARCO RETENIDO

Ha augurado que la inmovilización del barco, aunque es cautelar, acabará siendo definitiva, porque ocurrió un caso similar con uno de otra organización en verano y sigue retenido, y ha garantizado que seguirán trabajando para rescatar a personas en el mar --con otro barco del que disponen, el velero Astral, ahora en el Puerto de Barcelona-- y que la actuación de la ONG, su equipo y sus voluntarios es "impecable".

Camps ha detallado que se les acusa de desobediencia porque el centro de coordinación de salvamento de Italia que les advirtió de la embarcación en peligro que rescataron les informó de que Libia coordinaría el asunto, pero que Open Arms llegó antes y empezó a atender a las personas en peligro.