El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. | EUROPA PRESS

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha augurado que la crisis catalana va a ser pronto "un mal recuerdo" y que el país seguirá unido y siendo un "ejemplo" de democracia, de libertad y de respeto a los derechos de las personas.

Rajoy ha lanzado este mensaje en el discurso de clausura de la convención nacional del PP en Sevilla, tras las manifestaciones de la ministra alemana de Justicia, Katarina Barley, que respaldó la decisión de la justicia de su país de poner en libertad de Carles Puigdemont y agregó que el expresidente catalán podría llegar a ser un hombre libre en un país libre, "es decir, en la República Federal alemana".

El presidente del Gobierno no ha aludido directamente a estos comentarios, que ya fueron censurados por su ministro de Exteriores, Alfonso Dastis. Pero ha reivindicado la respuesta del Ejecutivo a "la mayor crisis" que a su juicio le ha tocado afrontar, el secesionismo catalán, y que en España se antepone sin "excusas" el cumplimiento de la ley a todo lo demás, como el respeto a las decisiones judiciales, gusten o no.

El país, ha sentenciado, es "ejemplo" de democracia, libertad y respeto a los derechos y en él la ley "manda más que cualquier presidente, partido o propósito".

AVISOS PARA EL FUTURO

Rajoy ha defendido así la decisión "más dura" que ha tomado el Ejecutivo en la crisis catalana, la aplicación del 155 de la Constitución para intervenir la Generalitat, con mecanismos que a su juicio se van a convertir en "fortalezas para el futuro". "No queremos que esto vuelva a ocurrir, pero hoy todos tienen más claro lo que pasaría", ha añadido.

También ha puesto en valor la acción legal del Gobierno contra la candidatura de Puigdemont al Govern, una "investidura ilegal" frenada por el Ejecutivo gracias a la cual "un procesado por la justicia no preside la Generalitat".

Lo que ahora toca, ha continuado Rajoy, es que Cataluña tenga un gobierno con capacidad de asumir la gestión y con un presidente "viable" al frente, que entre otras cosas trabaje para reconstruir la convivencia entre catalanes. Según ha dicho, "más pronto que tarde" la crisis catalana se va a convertir "en un mal recuerdo" y España seguirá unida, "admirada en el mundo" y ejemplo de democracia.