Recogen papeletas de una de las urnas del colegio electoral de Ciavieja, en el municipio almeriense de El Ejido, tras su cierre a las 20.00 horas. | Carlos Barba

Los resultados de las elecciones andaluzas de este domingo se zanjaron con unos resultados muy divididos y la irrupción de Vox en el parlamento de Sevilla. En una jornada en la que hubo varios incidentes, como los descalificativos hacia Susana Díaz por parte de los apoderados de esta formación ultraderechista o el retraso del escrutinio porque faltaban papeletas de Equo, cabe destacar la baja participación: sólo el 46,7 % de los andaluces censados han votado.

Las elecciones andaluzas se han seguido desde todos los puntos del país, y muy especialmente desde Baleares. Las formaciones políticas de las Islas miraron hacia tierras andaluzas, por ser las primeras elecciones autonómicas desde la moción de censura y el procés catalán. Así opinaron este domingo los líderes políticos de las Islas sobre los resultados electorales:

El presidente de Actúa/Vox, Jorge Campos, se mostraba eufórico al conocer el escrutinio, que para él evidencia que «el voto útil es el voto a Vox». También se mostró confiado al asegurar que «en Balears tendremos aún un mejor resultado, superaremos los de Andalucía. A partir de ahora seremos un referente». Campos achacaría la fuerte irrupción de Vox en la política balear a que desde Actúa están «en contacto con la gente».


El portavoz del Partido Popular (PP) de Baleares, Llorenç Galmés, explicaba que «mucha gente en Andalucía ha votado por un cambio, algo que se aprecia en la mayoría de votos de derechas». Para Galmés, esto supone, de manera «muy probable», un gobierno conservador. Asegura que «en Balears la gente también quiere un gobierno de derechas».


Para Xavier Pericay, portavoz de Ciudadanos en Baleares, su partido ha tenido un «excelente resultado, hemos doblado el porcentaje, eso significa que los andaluces ven en nosotros una opción de gobierno». Era algo que la formación naranja no se esperaba, aunque siempre estuvo presente «la ilusión y la confianza», explica Pericay. Prefiere no comentar el auge de Vox, aunque dice que «la primera felicitación es de Le Pen; eso lo dice todo».

Para el PSIB, la baja participación que han registrado las elecciones «ha penalizado a la izquierda pero sobre todo al PSOE», y aunque reconoce que sigue siendo la primera fuerza, «hace falta ver qué suma se hace efectiva», explicaba el secretario de acción electoral del partido, Vicenç Thomàs. La «mala noticia» para el político es «la entrada de Vox», aunque cree que «no se replicará en Baleares».

MÉS considera «un drama la irrupción de la derecha fascista» en Andalucía, algo que «quiere decir que estamos en la misma oleada que Europa», según explicaba la coordinadora Bel Busquets. Aseguró que «esto es un toque de atención para la izquierda, que debe estar preparada para gobernar. Es imprescindible un pacto de izquierdas».

El diputado y fundador de Proposta x les Illes (PI) Josep Melià explicaba que el resultado de las elecciones andaluzas quiere decir que «el bipartidismo está a la baja», y que la «amenaza de unas generales adelantadas se aleja, ya que Sánchez agotará todo el tiempo del que dispone». También considera que esto es un reflejo de que los espacios políticos están mucho más «fragmentados». Sobre la irrupción de Vox en el parlamento andaluz, aseguró que «es una realidad, aunque a mi no me gusta».


Aurora Ribot, portavoz de Podem, explicaba que «la España feminista, republicana y trabajadora» tiene que seguir y apuntó que «no nos da miedo esta extrema derecha, sino cómo su discurso cala entre la gente». A nivel balear, la política asegura que «en las instituciones en las que gobernamos hemos demostrado que tenemos un proyecto solvente», y no cree que la derecha experimente el auge de Andalucía.