Pedro Sánchez durante la entrevista. | MONCLOA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ve al independentismo con «pavor» a dialogar porque no quiere admitir ante los elementos del soberanismo más radicales que les han «mentido» al hacerles creer que la independencia es posible cuando en realidad no tienen más salida que «volver a la senda constitucional».

Sin embargo, los soberanistas permanecen aún «bloqueados» ante la tesitura de asumir esa realidad, como demuestra, en opinión de Sánchez, el famoso tuit del diputado de ERC Gabriel Rufián sobre las «155 monedas de plata» cuando supo que el expresident Carles Puigdemont se disponía a convocar elecciones para evitar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.

Pese a ello y pese a que los independentistas tumbaron el proyecto de Presupuestos de Sánchez poniendo fin así a la legislatura, el presidente no les veta de cara a los futuros pactos poselectorales tras las elecciones generales del 28 de abril, como tampoco ha vetado a ninguna otra fuerza.

UNIR A LOS ESPAÑOLES

Sánchez ha criticado en cambio a PP y Ciudadanos por establecer un cordón sanitario en torno a su figura, adelantando que no pactarán con el PSOE. Esto refleja, a su juicio, cómo estas formaciones tienen una visión «excluyente», mientras que él defiende que los próximos comicios deben servir para «unir a los españoles».

Y es que en su opinión, defender la unidad de España es también trabajar para unir a los españoles en lugar de confrontarlos como considera que están haciendo PP y Ciudadanos, a los que acusa de vivir «del agravio territorial» porque quieren «enquistar el diálogo en Cataluña».

Sánchez también ha alertado de que estas dos formaciones conservadoras promueven la aplicación de un 155 a nivel nacional que lleve a la recentralización de competencias de las autonomías a la Administración central.

Y ha avisado de que resulta «muy peligroso» que le acusen a él de ser un «okupa» en La Moncloa, pues contribuyen a empobrecen la democracia con esos calificativos cuando su investidura fue tan legítima como cualquiera de las que salen inmediatamente después de unas elecciones.

Pero además, Sánchez ha rechazado que se pueda hablar del «bloque de la moción de censura» cuando en estos meses al frente del Gobierno él ha buscado apoyos a derecha e izquierda e incluso en algunas medidas de las que se ha conseguido sacar adelante ha contado con el respaldo de PP y Ciudadanos.

Ante la posibilidad de que los dirigentes del 'procés' que están siendo juzgados puedan ser indultados en un futuro por el Gobierno, Sánchez ha evitado entrar a valorar este escenario porque en este caso, como en cualquier otro, para que haya un indulto, tiene que haber previamente una condena, por lo que pronunciarse ahora al respecto vulneraría el derecho de los procesados a la presunción de inocencia.

LOS ERRORES DE PODEMOS

Preguntado si al PSOE le interesa un Podemos más fuerte o más débil, Sánchez ha agradecido a los 'morados' el apoyo que le han prestado en estos meses en el Gobierno, pero ha subrayado los dos errores que, a su juicio, han cometido: legitimar el referéndum del 1 de octubre y tumbando el decreto del Gobierno sobre medidas del alquiler por considerar que no era suficientemente ambicioso.

En un mensaje dirigido a aquella parte del electorado que en citas anteriores se ha quedado en la abstención, Sánchez les ha pedido que sean «conscientes» de que ir a votar el 28 de abril «va a significar progresar» mientras que abstenerse puede hacer que «España retroceda 40 años».