Vista general del Valle de los Caídos.

El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, remitió el pasado 14 de febrero una carta a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en la que le explicaba la postura de la Santa Sede ante la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco.

«La Iglesia no se opone a la exhumación de los restos mortales del general Franco, si la Autoridad competente así lo dispone», asegura Parolin en la misiva, en la que se reitera el mismo mensaje transmitido a Calvo el pasado 29 de octubre en la reunión en el Vaticano.

«A la comunidad benedictina de la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos fue recordado y se seguirá recordando su deber cívico de observar plenamente el ordenamiento y de respetar a las Autoridades civiles», continúa la carta.

Fuentes del Vaticano han confirmado a Europa Press la existencia del documento, en el que Parolin reitera la posición de la Iglesia. El pasado domingo, en una entrevista en 'La Vanguardia', Calvo explicó que el secretario de Estado del Vaticano le había dado el visto bueno a la posición del Gobierno.

«El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, me escribió el jueves, diciendo que está a favor de que se exhumen los restos de Franco y que eso lo tiene que hacer la autoridad competente. Lo dice literalmente. Y la autoridad competente es el Gobierno», aseguraba Calvo en la entrevista.

EL ASUNTO «CONCIERNE A SU FAMILIA Y AL GOBIERNO ESPAÑOL»

El director interino del Vaticano, Alessandro Gisotti, aseguró el sábado 5 de enero que la exhumación de los restos mortales de Franco «concierne a su familia, al Gobierno español y al Iglesia local».

Gisotti se expresó así después de que se conociese que el prior del Valle de los Caídos se oponía a la exhumación de los restos y de que el Gobierno respondiese que acudirá a sus superiores ante esta negativa.

El pasado mes de octubre, tras la reunión mantenida entre Calvo, y Parolin, la Santa Sede precisó en un comunicado que no se oponía a la exhumación de Francisco Franco, «si así lo han decidido las autoridades competentes».

También aclaró que en ningún momento se habían precisado sobre el lugar de la inhumación, ante la posibilidad de que fuera enterrado en la catedral de La Almudena.

Según señalaba el comunicado, Calvo había manifestado su preocupación por la posible sepultura en la catedral de la Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia» y que al cardenal secretario de Estado «le pareció oportuna esta solución».