James Potok se las prometía muy felices cuando decidió gastar una broma en un avión sobre un tema que genera una cierta psicosis: el coronavirus. Este joven canadiense tomó un vuelo hacia Jamaica y decidió bromear con el hecho de sufrir esta enfermedad infecciosa que tiene en vilo a medio mundo.

Pero no todo sucedió como esperaba. Al ser alertado el comandante que pilotaba el avión decidió volver al aeropuerto de origen. Una vez en el suelo de Toronto, un equipo médico extrajo al supuesto paciente de la aeronave, por medio del protocolo prescrito en estos casos y evitando al máximo el contacto del hombre con el resto de pasajeros.

Fue en el aeropuerto cuando se le realizaron las pruebas médicas pertinentes y se descartó que Potok tuviera coronavirus y ningún tipo de enfermedad contagiosa.

El propio Potok reconoció que era tan solo parte de una estrategia para hacerse famoso, grabar algún vídeo viral y ganar seguidores. Así lo hizo en varias entrevistas concedidas en medios canadienses, así como en su perfil de Instagram. De momento, lo que es seguro que ha conseguido es una citación ante el juez por un delito de desorden público.