Dos farmaceúticas con mascarillas.

El Ministerio de Sanidad ha publicado una guía de recomendaciones sobre el uso de mascarillas en la comunidad durante la pandemia del nuevo coronavirus, en la que recomienda a la población utilizar las higiénicas y dejar las médicas (también conocidas como quirúrgicas) para los profesionales sanitarios y los pacientes con COVID-19.

El pasado 14 de marzo se decretó el estado de alarma por coronavirus en España, si bien no fue hasta el 11 de abril cuando el Gobierno, con motivo de la vuelta al trabajo de los empleados de actividades no esenciales que no podían trabajar, recomendó el uso de mascarillas a la población general.

Se trata de una medida dirigida a la población sana y que no tiene contacto con personas infectadas que, tal y como se reconoce en el texto publicado por el departamento que dirige Salvador Illa, no cuenta actualmente con la evidencia científica necesaria.

De hecho, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) sólo aconseja el uso de mascarillas quirúrgicas a sanitarios, personas sintomáticas y cuidadores, tanto el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos como el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) sí aconsejan las mascarillas higiénicas a las personas que están sanas durante la pandemia.

«La falta de evidencia ha provocado que, hasta ahora, no se haya recomendado que las personas que no tienen síntomas o que no están a cargo de la atención de pacientes deban usar una mascarilla médica para reducir el riesgo de transmisión de Covid-19», señala Sanidad en la guía.

Ahora bien, tampoco se sabe con exactitud si el uso de las mascarillas quirúrgicas e higiénicas en países asiáticos como China, Singapur, Corea del Sur o Japón está vinculado a las tasas más bajas de incidencia del virus que se han observado, puesto que, tal y como recuerda Sanidad, el uso de estos productos es sólo una de las «muchas medidas de respuesta» que se han aplicado en estas regiones.

Recomendaciones

Noticias relacionadas

Por este motivo, el Ministerio de Sanidad señala que el uso de las mascarillas entre las personas que están sanas puede ser especialmente relevante en situaciones epidémicas o pandémicas, como la actual, donde puede haber un número alto de personas asintomáticas pero infecciosas. Y es que, lo que sí se ha evidenciado es que algunas personas pueden dar positivo de Covid-19 entre uno o tres días antes de desarrollar los síntomas, por lo que pueden transmitir, sin saberlo, el virus.

Precisamente por ello el Ministerio de Sanidad ha elaborado unas recomendaciones del uso de mascarillas basadas en cinco niveles de implementación progresiva de la obligación de su utilización o consejos de uso en función de la disponibilidad que haya de las mismas. En el primero se recomiendan las quirúrgicas para los profesionales que estén a menos de dos metros de otras personas, así como para los pacientes con síntomas respiratorios y sus cuidadores.

En el nivel dos se aconsejan las mascarillas quirúrgicas para las personas que estén en cuarentena domiciliaria cuando tengan contacto con el resto de miembros de la vivienda o cuando vayan a salir a la calle; mientras que el tercer escenario recomienda estas mismas mascarillas para las personas mayores, pacientes crónicos o embarazadas cuando salen a la calle o están en contacto con otras personas.

Por el contrario, tanto en el nivel cuatro como cinco, Sanidad recomienda las mascarillas higiénicas para la población general que tenga que salir a la calle por motivos laborales, así como para acudir a los supermercados, farmacias o moverse para los casos permitidos en transporte público, ya que en estas situaciones no suele ser posible mantener la distancia de seguridad aconsejada.

«El uso de mascarillas higiénicas puede colaborar en la disminución de la transmisión por parte de personas sin síntomas o con sintomatología leve, siempre se haga asociado a las medidas de prevención», dice el Ministerio, para recordar la importancia de mantener las medidas preventivas de distanciamiento físico, etiqueta respiratoria, higiene de manos y de evitar tocarse la nariz, cara, ojos y boca.

Y es que, según se avisa en la guía, existe una serie de potenciales riesgos relacionados con el uso de las mascarillas que hacen necesario asociar la recomendación de utilizarlas en los casos anteriormente mencionados con una «intensa» campaña informativa de concienciación y educación a la ciudadanía. Esto se debe a que puede ocurrir una autocontaminación al tocar o reutilizar una mascarilla contaminada, dificultad para respirar o falsa sensación de seguridad.

Del mismo modo, Sanidad avisa de que puede haber un desvío de los suministros de mascarillas y la consiguiente escasez de las mismas para los profesionales sanitarios, así como un desvío de recursos de medidas efectivas de salud pública como, por ejemplo, la higiene de manos.

«El uso apropiado de las mascarillas es clave para la efectividad de la medida y puede mejorarse a través de campañas educativas. Las recomendaciones en la comunidad deben tener en consideración las lagunas de evidencia, la disponibilidad y los posibles efectos secundarios negativos», zanja el documento publicado por el Ministerio.