El denunciante se conectó 3 minutos desde la habitación de su hotel en Andorra.

Hay facturas que al abrirlas nos dejan helado. A nuestro protagonista, cuando le llegó el cargo de la factura telefónica casi le da un infarto. Vodafone le había cobrado una fortuna.

La historia se remonta a los días 21 y 22 de enero del pasado año. El denunciante se desplazó hasta una estación de esquí en Andorra durante sus vacaciones. Durante tres minutos se conectó a Internet pensando que estaba utilizando el Wifi del hotel, pero este dispositivo falló y consumió 1 GB (gigabyte) de sus datos.

La compañía, en ningún momento, informó al titular de la línea de las tarifas de roaming aplicables ni tampoco envió ningún SMS advirtiendo de los límites de consumo o de la tarifa que se iba a aplicar en la factura.

Cuando llegó la factura de la compañía telefónica con un importe de 20.380 euros el titular de la línea no daba crédito a lo que estaba viendo. En un principio pensó que se trataba de un error y se puso en contacto con Vodafone. Desde la centralita de Atención al Cliente le dijeron que la facturación era correcta y que el motivo de la misma era que Andorra no es un país de la Unión Europea.

El afectado puso los hechos en manos de su abogado, Óscar Navarro, quien interpuso una denuncia contra la compañía al entender abusivo y fuera de lugar una tarificación de 20.380 euros por tres minutos escasos de conexión a Internet.

La jueza Margalida Victòria Crespí Serra, titular del Juzgados de Primera Instancia número 24 de Palma, falla a favor de la parte demandante y condena a la compañía telefónica a devolver 20.046 euros más 2.900 euros en costas judiciales al entender que la parte demandada litigió de forma temeraria en este procedimiento.

Un coste desmesurado en la tarificación de datos de Internet

«Para que nos hagamos una idea. En cualquier país europeo una tarifa de gigas iliminatos tiene un coste de unos 29 euros. ¿Cómo es posible que por tres minutos te quieran cobrar 20.380 euros?», apunta el letrado Óscar Navarro tras conocer el fallo judicial. «Estamos muy contentos. Se ha hecho justicia».