IBIZA PCR VIAJEROS NACIONALES AEROPUERTO | Irene Arango

A pesar de ser uno de los países más dependientes del sector turístico, España se está quedando atrás en la puesta en marcha de un pasaporte de vacunación contra la Covid-19 que permita recuperar la movilidad sin pruebas PCR ni cuarentenas. Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez espera un consenso en la Unión Europea, que ahora mismo parece imposible, otros países como Grecia, Chipre, Dinamarca o Suecia han decidido avanzar por su cuenta con el fin de abrir corredores turísticos de cara a la temporada veraniega, o incluso antes.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE volverán a discutir sobre el pasaporte de vacunación durante la videocumbre del próximo jueves 25, pero no se espera ningún acuerdo. «Será una repetición de posturas ya conocidas», augura un alto diplomático europeo en declaraciones al diario El Español. Los Veintisiete siguen profundamente divididos sobre esta iniciativa.

Para España, Italia, Portugal o Grecia se trata de una herramienta fundamental para facilitar los viajes, resucitar al sector turístico y apuntalar así la recuperación económica. Sin embargo, las grandes potencias de la UE, Alemania y Francia, se declaran «muy reticentes». Alegan que aún no se sabe si los vacunados pueden seguir contagiando el virus y sobre todo que existe un riesgo de discriminación, especialmente grave en la actual fase de escasez de vacunas. También se oponen Holanda, Bélgica o Luxemburgo.

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Los países de la UE ya han dado el primer paso para crear un certificado común de vacunación, pero este documento tendrá de momento un uso exclusivamente médico. «Demuestra que has sido vacunado, pero no se puede conectar con derechos especiales hasta que la posibilidad de ser vacunado esté garantizada para todos los ciudadanos. No se puede discriminar dando derechos especiales a los vacunados hasta que no haya vacunas disponibles para todos», sostiene el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni.

Grecia negocia con Londres

Ante el bloqueo en Bruselas, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, el primero en plantear el debate, ha decidido actuar por su cuenta. El pasado día 8, Mitsotakis viajó a Jerusalén para firmar un acuerdo sobre el pasaporte de vacunación con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Un pacto que en la práctica crea un corredor turístico entre los dos países, que se activará en abril. Se trata de poder viajar «sin ninguna limitación, sin cuarentenas, nada», dijo Netanyahu. «Espero que lo que vamos a hacer con Israel sea un proyecto piloto de lo que podemos hacer con otros países», señaló Mitsotakis. El 14 de febrero, el presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, voló también a Israel y selló el mismo acuerdo sobre el pasaporte de vacunación. Además, el ministro de Turismo griego, Haris Theoharis, ha desvelado que está negociando un corredor turístico similar con Reino Unido. Aparte de Grecia y Chipre, los países nórdicos también han decidido implantar desde ya un pasaporte de vacunación digital, sin esperar a lo que decida la UE.