La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. | Eduardo Parra - Europa Press

El ala socialista del Gobierno ha aceptado este martes públicamente que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sea la que lidere los trabajos para la reforma laboral «en el seno» de la mesa del diálogo social. Eso sí, Moncloa sigue defendiendo que en esa mesa deben sentarse otros ministerios con materias implicadas y, por ello, espera cerrar un acuerdo con Unidas Podemos al respecto este mismo martes, para que estén ya representados en la reunión prevista para este miércoles, según fuentes gubernamentales.

Asimismo, desde el ala socialista niegan que existan discrepancias entre los socios sobre el contenido de la reforma laboral, ni «injerencias» por parte de la vicepresidenta primera Nadia Calviño, y defienden que lo que se busca es «mejorar» la metodología de trabajo y, en concreto, los «mecanismos de coordinación», tanto fuera como dentro de esa mesa del diálogo social, para propiciar un acuerdo con sindicatos y patronal que ven factible.

La mejora de la coordinación pasa, entre otras cosas, según el PSOE, por que todos los ministerios afectados estén presentes en la mesa del diálogo social, aunque este foro siga estando liderado por Yolanda Díaz, una cuestión que Unidas Podemos sí ha dejado claro que no es negociable.

Esa condición ya ha sido aceptada públicamente por el ala socialista, tal y como ha dejado claro la propia vicepresidenta primera y ministra Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y también la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa que ha ofrecido tras el Consejo de Ministros de este martes.

«No hay ningún problema, porque es lo razonable, por que formalmente, en la mesa del diálogo social, quien lidera y representa al Gobierno es el Ministerio de Trabajo, pero también parece razonable que, en esa mesa, donde se van a discutir aspectos concretos que afectan a otros ministerios, participen miembros de otros departamentos», ha precisado Isabel Rodríguez.

Según la portavoz, la reforma del mercado laboral es «trascendental» y «no es una contrarreforma», sino que su objetivo, ha dicho, es «modernizar» siguiendo la estela de la transformación de la economía y el modelo productivo.

Por ello, ha insistido en que una reforma de esa «dimensión» parece lógico que participen otros ministerios como el de Inclusión y Seguridad Social que lidera José Luis Escrivá, para implementar los ERTEs; el de Educación de Pilar Alegría, con la formación profesional dual con las empresas; y otros ministerios, aunque no ha citado expresamente el de Nadia Calviño.

Rodríguez ha confirmado en la rueda de prensa que esta es la cuestión que el PSOE esta negociando con Unidas Podemos a lo largo del día de hoy, después de que los socios no se pusieran de acuerdo al respecto en la reunión de la mesa de seguimiento del acuerdo de la coalición que mantuvieron este lunes en el Congreso.

El objetivo de Moncloa es poder cerrar este asunto este mismo martes, según señalan las fuentes consultadas, para que ya en la reunión del diálogo social que tendrá lugar mañana, como cada miércoles, estén ya representados otros departamentos, además del de Trabajo.

Negociación sobre la metodología

La portavoz del Gobierno ha dejado claro, en todo caso, que lo que están negociando es la metodología, porque en lo que respecta al contenido de la reforma laboral, todo el Ejecutivo está «alineado», y también volcado para sacarla en el plazo previsto, es decir, antes de que finalice el año. Eso sí, Rodríguez ha evitado pronunciarse sobre algunos de los asuntos más espinosos de la reforma, sobre los que Díaz y Calviño ya han mostrado con anterioridad posturas diferentes.

«Dada la dimensión de la reforma laboral, entendemos que es importante intensificar toda la coordinación que sea posible entre los distintos departamentos ministeriales. No hay duda de que el Gobierno en su conjunto quiere participar de esa reforma, que será una ley de legislatura, una marca, una seña de identidad de todo el Gobierno», ha recalcado la ministra.

Es más, por este motivo Rodríguez ha señalado que no cree que ningún ministro quiera que esa reforma tenga su «nombre propio». «Es una reforma de todo el Gobierno. La asume el presidente en su discurso de investidura en primer lugar. Es un compromiso que se traduce en el acuerdo de Gobierno y que hemos ratificado con Europa», ha enfatizado.
Por todo ello, Rodríguez ha querido restar peso a la polémica que se ha generado, y ha asegurado que hay «absoluta normalidad» en el hecho de que Díaz lidere la mesa del diálogo social para la reforma laboral, como ocurre con las mesas sectoriales de cada ministerio. «Pero queremos que sea con el máximo diálogo y el mayor de los consenso», ha apostillado.