El presidente de Melilla, en una de sus visitas a la sede de la Policía Local | Policía Local de Melilla

El Grupo de Protección de Autoridades de la Policía Local de Melilla y el PP rechazaron este domingo las declaraciones del presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro (Grupo Mixto) durante el último Pleno, en las que manifestaba que dichos escoltas "no valían nada más que para pasearse", motivo por el que han sido designado a otras tareas policiales.

El presidente del PP, Juan José Imbroda, manifestó que, "ante el injusto menosprecio continuado a la Policía Local del presidente de la Ciudad, al que añade uno más, esta vez contra el grupo de escoltas, pido su dimisión". Imbroda considera "al PSOE responsable de auparlo y sostenerlo" en el Gobierno de Melilla que mantiene en coalición con Coalición por Melilla (CPM) y Grupo Mixto.

En la misma línea, la diputada del PP Isabel Moreno declaró su "respaldo y profundo respeto" a los escoltas que durante años han desarrollado "una excelsa labor" y añade que "como siempre, De Castro está fuera de lugar, con comentarios dañinos e inciertos que conculcan la honorabilidad y profesionalidad de la Policía Local".

"Quería meter a dos allegados"

Por su parte, el Grupo de Protección de Autoridades de la Policía Local de Melilla calificó las palabras del presidente melillense como "desafortunadas" y señala que "el deber de secreto profesional, así como la lealtad, nos impide matizar sus palabras sobre dedicarnos a pasear, si bien, no se debe a ese secreto profesional, sí podría aclarar y concretar a la ciudadanía, para que utilizó nuestro servicio a lo largo del año que lo hizo" desde que accedió la Presidencia de la Ciudad en 2019.

A través de un comunicado de prensa, esta unidad del cuerpo de Seguridad Ciudadana matizó que no eran seis agentes: "Éramos cinco y, en los últimos meses, terminamos siendo cuatro por la jubilación de uno de sus integrantes, algo que no debería haber olvidado ya que, dicha jubilación, la facilitó usted. Para mayor abundamiento, aclarar que, dicho puesto, nunca fue cubierto".

Por último, acusaron a Eduardo de Castro de haber pretendido situar a dos personas allegada a él en este cuerpo policial, motivo por el que desmanteló el servicio. "Lo que no dijo en el Pleno es que quería quitar a los escoltas que había, para colocar a dos de sus allegados, lo que se puede comprobar en el documento que firmó electrónicamente", concluyó este grupo.