Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con EUROPOL y las autoridades policiales de Alemania, Austria, Bélgica y Países Bajos, han detenido a un total de 39 personas, doce de ellas en Barcelona, como responsables del envío de más de 23,5 toneladas de cocaína.

La operación ha supuesto la desarticulación de una de las organizaciones criminales más activas de Europa dedicada, presuntamente, a la introducción de cocaína en España desde Sudamérica para su posterior distribución por el resto de Europa.

Las detenciones se han llevado a cabo mediante un dispositivo simultáneo en España, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Emiratos Árabes Unidos y Paraguay. Se trata de criminales históricos buscados por Europa y que formaban una organización muy experimentada y violenta.

Durante la operación, los agentes de la Policía Nacional intervinieron más de media tonelada de droga en el Puerto de Barcelona.

El principal objetivo de la investigación policial era un ciudadano español nacido en Alemania y que cumplió pena de prisión en su país durante más de diez años por delitos de intento de homicidio. En la actualidad estaba siendo investigado por delitos graves de narcotráfico, organización criminal y blanqueo de capitales.

Desde entonces, la investigación se centró en los dos principales cabecillas de la organización, que eran además los principales organizadores de las operaciones de tráfico de cocaína, que lo hacían a través de una tercera persona.

Se han intervenido más de 510.000 euros en efectivo. Foto: Policía Nacional.

La operación comenzó cuando se detectó en el puerto de Hamburgo la ilícita importación de 16 toneladas de cocaína que venían ocultas en botes de pintura en tres contenedores procedentes de Paraguay, lo que supuso la detención de cinco miembros de la organización.

Posteriormente, las autoridades neerlandesas pudieron localizar e interceptar otro contenedor en el puerto de Amberes (Bélgica) con siete toneladas de cocaína en su interior, lo que condujo al arresto de otras dos personas.

A raíz de aquellas intervenciones, se inició una investigación que permitió identificar a los cabecillas de dichas operaciones de tráfico de estupefacientes. La organización era sumamente activa y, a causa de la presión realizada contra ella en Alemania y Bélgica, se trasladó a España para establecer su base de operaciones.

Entre los miembros que se trasladaron a España estaba uno de los líderes de la misma, al que se sometió a un estrecho seguimiento, iniciándose la operación Lobo. Durante las semanas sucesivas se fueron identificando a los restantes individuos de la organización criminal, que contaban con una amplia experiencia en el mundo de narcotráfico, y en algunos casos tenían antecedentes sumamente violentos.

La organización disponía incluso de una nave industrial en la provincia de Tarragona y un local comercial en El Prat de Llobregat, empleado para el cultivo indoor y almacenaje de marihuana, sistema con el que la organización financiaba parte de la operativa de importación de cocaína.

La operación policial no solo permitió desarticular el entramado logístico de la organización, sino que, a su vez, se detuvo a los máximos dirigentes, responsables de la importación y distribución de los 477 kilos de cocaína. Además, se intervinieron más de 510.000 euros en efectivo.

Se han detenido a más de 20 personas en Alemania, Bélgica y Países Bajos, y se han realizado alrededor de 30 registros en domicilios y locales.