Rafael Amargo acude a la Audiencia Provincial de Madrid junto a su abogado, Jaime Caballero, a 07 de junio de 2023, en Madrid (España). | Ángel Díaz Briñas - Europa Press

El bailaor Rafael Amargo ha denunciado este miércoles tras quedar suspendido el juicio en el que iba a ser juzgado por presunta venta de droga en su piso que «el proceso está viciado desde el principio» para ocultar «otro tipo de cosas» y ha solicitado «humanidad» para que dejen de hacer «el daño tan grande» que está sufriendo su familia.

Con traje y camisa blanca, el artista llegaba serio y emocionado a las 9.45 horas a la sede de la Audiencia Provincial de Madrid acompañado por su abogado defensor, el letrado Jaime Caballero. Ante los periodistas, manifestaba estar «tranquilo», confiar en la Justicia y estar dispuesto a contar su verdad, lo que le ha llevado a rechazar un acuerdo que le ofreció la Fiscalía de Madrid.

Sin embargo, no ha podido defender su inocencia con motivo de la suspensión del juicio sin fecha después de que el tribunal aceptara la petición del productor Eduardo de los Santos de aplazamiento al haber renunciado días antes a su abogado de oficio.

No es la primera vez que renuncia a su letrado, por lo que el tribunal le ha dejado tomar la palabra al inicio de la vista. Así, ha expuesto un extraño relato en el que ha hablado de una supuesta trama policial y de coacciones que estarían siendo investigadas por un juez de Madrid.

La fiscal del caso no se ha opuesto a tal solicitud y el tribunal ha acordado la suspensión, lo que ha sentado como un jarro de agua fría al artista que espera que termine el proceso cuanto antes.

Ya a su salida, el bailaor ha mostrado su malestar porque lleva dos años y medio sin tener su pasaporte para poder trabajar. «Qué culpa tengo yo que lo estoy haciendo todo correcto. Hay cizaña sin sentido. Esto le está costando la vida a mi padre, que está agonizando en un hospital. Pido humanidad porque no se puede estirar más y pido por favor a la fiscal que sea profesional», ha recalcado.

Tras ello, ha respaldado la teoría de su productor y ha aseverado que este «proceso está viciado desde el principio» porque «no hay nada» contra él. «Nadie ha dicho la verdad. En mi casa no había nada y se están ocultando otro tipo de cosas. Han puesto todo lo que había no se dónde con la cara del artista», ha denunciado, lamentando el daño «tan grande» que está sufriendo su familia y sus hijos.

Amargo iba a ser juzgado esta mañana junto a su productor teatral y un socio por la presunta venta de estupefacientes en el barrio de Malasaña, hechos por los que la fiscal solicita una pena de 9 años de cárcel por un presunto delito contra la salud pública.

Otra causa por presunto tráfico de droga

Al artista le investiga actualmente el juez de Instrucción número 27 de Madrid por un delito de tráfico de drogas y atentado a la autoridad, a raíz de una denuncia interpuesta el pasado julio por sus vecinos en relación a la presunta venta de droga en su piso de la calle Espíritu Santo de la capital.

Por estos hechos, fue detenido el pasado marzo en Alicante, quedando en libertad provisional. La jueza le impuso la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado y la prohibición de salida del país. Este arresto se suma a la detención del caso que se juzga ahora en la Audiencia de Madrid.

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Amargo fue detenido el 1 de diciembre de 2020 junto a su pareja y otras dos personas en el marco de la 'operación Codax', cuyo nombre significa cuervo en latín y se apoda así por una imagen de Amargo de su Instagram en la que aparece con unas alas de esta especie de ave.

Tras declarar, los arrestados quedaron en libertad con medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de acudir cada quince días al juzgado.

En su escrito de acusación, el fiscal solicita la misma pena para Juan Eduardo S.B., asistente de producción de Amargo, al actuar supuestamente de forma «conjunta» con el otro acusado en la compra y posterior distribución de dichas sustancias.

En su relato, el fiscal relata que, durante los meses de abril y diciembre de 2020, ambos «se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero».

Venta a terceras personas

A tal fin, los dos acusados adquirían la sustancia de manera «conjunta» a los distintos suministradores, para posteriormente repartirla entre ambos y venderla a terceras personas.

Así, el bailarín supuestamente vendía las sustancias estupefacientes a las personas que acudían a su domicilio de Madrid y en otras «hacía llegar la sustancia al lugar donde el cliente indicaba para lo cual se valía de su hombre de confianza, el también acusado Manuel Ángel B.L., otro de los socios de Amargo, a sabiendas de lo que portaba, después de hacer la entrega correspondiente, regresaba al domicilio para entregarle el dinero obtenido con la venta».

A modo de ejemplo, la Fiscalía relata que el 27 de abril de 2020, Manuel Ángel para quien pide seis años de prisión, fue sorprendido por la Policía cuando se disponía a entregar a un cliente, a cambio de 50 euros, una bolsita con sustancia que resultó ser metanfetamina; sustancia que había recogido minutos antes del domicilio de Amargo, «donde debía regresar para entregar el dinero».

Asimismo, a raíz de los dispositivos de vigilancia que se establecieron sobre su domicilio, los policías nacionales pudieron observar «cómo acudían numerosas personas que, tras acceder al mismo y permanecer en el interior escasos minutos, salían nuevamente de manera apresurada, procediendo los agentes a identificar a dos de ellas, interviniendo sustancia estupefaciente que se había adquirido en dicho domicilio, levantándose las correspondientes actas de aprehensión».

Por un auto dictado el 1 de diciembre de 2020 por el Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid se autorizó la entrada y registro en los domicilios de los acusados.

En el caso del bailaor, los agentes intervinieron 3 botes conteniendo sustancia Popper (nitritos de alquilo), una bolsita conteniendo sustancia que resultó ser feniletilamina con un peso neto de 0,089 gramos y un frasco conteniendo 6 mililitros de GBL con un valor en el mercado de 314,19 euros en su venta por gramos.

En el caso de Juan Eduardo, los agentes hallaron un bote conteniendo sustancia que resultó ser metanfetamina, con un peso neto de 4,466 gramos y una pureza del 76,4%, con un valor en el mercado de 115,67 euros en su venta por gramos; una bolsita conteniendo sustancia que resultó positivo a ketamina, con un 50,4% de pureza; y MDMA con una pureza del 6,9% con un peso neto total de 0,185 gramos con un valor en el mercado de 18,5 euros en su venta por gramos.