Hoy en Puertas a la Vida tengo el honor de recibir a Txell Costa, una mujer que está transformando la manera en que entendemos el éxito en los negocios. Txell es empresaria, autora y mentora; y nos muestra cómo liderar desde el propósito, con un enfoque humano, práctico y auténtico.
Txell nos invita a replantearnos el liderazgo empresarial creando espacios de trabajo donde el bienestar y la productividad se potencian mutuamente. Su enfoque combina estrategias de negocio alineadas con la esencia y los valores de cada persona, demostrando que el éxito económico puede ir de la mano con un impacto positivo en las personas y el entorno.
Con su claridad de visión y su compromiso por promover el bienestar y el equilibrio personal, Txell Costa se ha convertido en una referente en la creación de modelos empresariales sostenibles y humanos.
Ponte cómodo y prepárate para una conversación que promete inspirarte, cuestionarte y ofrecerte herramientas valiosas para transformar tu manera de liderar.
Txell, bienvenida a Puertas a la Vida.
—Qué es para usted el liderazgo consciente y en qué se diferencia del liderazgo tradicional?
—El liderazgo consciente es, ante todo, un ejercicio de coherencia y de conexión con las personas. Es entender que liderar no es solo alcanzar resultados, sino también cómo se logran. Se diferencia del liderazgo tradicional porque pone el foco en el «ser» antes que en el «hacer», y, sobre todo, porque pone a las personas en el centro. Un líder consciente reconoce sus valores y principios, y los integra en cada decisión que toma, asegurándose de que esas decisiones beneficien tanto a los objetivos empresariales como al bienestar del equipo, de la sociedad y del planeta (se les llaman modelos empresariales «verdes»).
A diferencia del liderazgo tradicional, que muchas veces prioriza las metas a corto plazo y las jerarquías rígidas, el liderazgo consciente apuesta por la colaboración, la empatía y el crecimiento compartido. Además, este tipo de liderazgo también mide el retorno de la emoción (ROE), no solo el retorno financiero (ROI). Es decir, valora cómo las decisiones impactan en la satisfacción, la motivación y el bienestar de las personas que forman parte del equipo.
En mi experiencia de estos 20 años creando y escalando negocios, las empresas que han adoptado este enfoque no solo logran mejores resultados, sino que también consiguen ser más resilientes frente a los cambios, porque sus bases están construidas sobre relaciones auténticas y valores sólidos.
—A partir de sus libros Liderar en femenino y Working Happy, ¿cómo cree que el liderazgo femenino puede transformar los entornos laborales en espacios más equilibrados y felices?
—«Liderazgo femenino» es un término teórico que equivale a un liderazgo ético y humanista. Promueve la horizontalidad y la cocreación, empodera a los equipos, es ágil y eficaz. Conseguimos, así entornos laborales más humanos, productivos y sostenibles, a la vez que hacemos un retorno social y aportamos valor a través de nuestro trabajo.
Este estilo de liderazgo no tiene tanta «titulitis», y pone el foco también en las habilidades «blandas» e inteligencia emocional: la empatía, la escucha activa y el trabajo en equipo. Creando, así, culturas organizacionales más inclusivas y humanas. Por ejemplo, he visto cómo líderes de este tipo fomentan la conciliación laboral y personal; esto no solo mejora el bienestar del equipo, sino que también impulsa la productividad y la creatividad.
A pesar de que está demostrado que el bienestar de los empleados aumenta la productividad, ¿por qué cree que aún cuesta que las empresas integren el autocuidado y el bienestar como valores esenciales?
Muchas empresas siguen priorizando resultados a corto plazo y los indicadores puramente financieros, dejando de lado los efectos que esto tiene en las personas que forman la organización. Desconocen que el bienestar no es un gasto, sino una inversión estratégica clave que asegura la sostenibilidad y el éxito en un entorno empresarial cada vez más competitivo. Sin embargo, los datos y la experiencia muestran lo contrario. Un empleado que se siente cuidado, valorado y respaldado no solo es más productivo, sino que también es más leal y está más comprometido con la empresa. Esto se traduce en menos rotación, menor ausentismo y mejores resultados a largo plazo.
Yo siempre recomiendo a mis clientes empezar por pasos sencillos: crear espacios de escucha activa, revisar conjuntamente los procesos y la eficiencia de la empresa, poner en palabras la cultura empresarial para ir alineados, hacer reuniones de proyección anual… para ir entrando poco a poco en aspectos más individualizados, como el diseño de carrera de cada profesional y su ciclo laboral y de crecimiento dentro de la empresa.
—¿Cómo aplica el autoconocimiento y la intuición en tus decisiones estratégicas?
—Alineo cada decisión con mis principios y objetivos a largo plazo. El autoconocimiento me permite detectar mis debilidades, que compenso con mi equipo y procesos; y mis fortalezas, que se convierten en parte de nuestro valor diferencial. La intuición es clave, pero siempre la respaldo con datos y análisis estratégicos (y sí, muchos excels, jajaja). Este equilibrio es parte de nuestra metodología, que aplico en mis mentorings y consultorías.
—¿Qué herramientas de autoconocimiento recomendaría a los líderes que buscan conectar con su equipo y liderar desde la autenticidad?
—Recomiendo la reflexión diaria, el feedback genuino y trabajar la gestión emocional. Las sesiones de mentoring personalizadas son clave para construir una carrera alineada con nuestro estilo de vida ideal. Además, herramientas como el análisis de fortalezas o dinámicas grupales ayudan a conectar con los equipos y potenciar resultados.
—En un mundo que exige «hacer más» y cumplir con expectativas externas ¿cómo podemos liderar desde la autenticidad mientras cuidamos nuestro bienestar personal?
—Eligiendo conscientemente nuestras prioridades, estableciendo límites claros y aprendiendo a delegar o decir «no» sin culpa. Para mí aquí son claves, obviamente, una cultura empresarial basada en valores como la transparencia y la mejora continua, pero también la implementación de procesos claros y herramientas estratégicas como los OKRs (Objetivos y Resultados Clave). Estas herramientas permiten alinear prioridades y medir el progreso de manera constante, asegurando que tanto el líder como su equipo estén enfocados en metas concretas. Empodera a las personas con claridad de objetivos y libera al líder para decisiones de mayor impacto.
Ya ves que liderar desde la autenticidad significa liderar primero nuestra vida, respetando nuestra ética y necesidades. Y hacerlo con coherencia en nuestros emprendimientos y empresas. Solo así podemos tener empresas y vidas sanas.
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