La ilusión no es cosa de niños. Es una fuerza espiritual, que nos conecta con lo que somos en esencia y con nuestros deseos más auténticos. Cuando sentimos ilusión, nos alineamos con la vida, con lo que venimos a experimentar.
Es curioso cómo, al crecer, muchos la van dejando de lado. Como si no tuviera lugar en la vida «seria» de adultos. Como si ilusionarse fuera sinónimo de ingenuidad. ¿Y si fuera justo al revés? ¿Y si mantener la ilusión fuera una forma de recordar que la vida está llena de posibilidades, aunque no siempre las veamos a simple vista?
Cuando vivimos desde la ilusión, vibramos alto. ¿Qué significa esto? Que nuestra energía se eleva. Y desde ahí, todo cambia. Nuestras decisiones, nuestras palabras, nuestros pensamientos… se alinean con una frecuencia más amorosa, más confiada. Y eso, inevitablemente, empieza a reflejarse fuera.
La vida empieza a responder. Se abren puertas, surgen encuentros, aparece la inspiración. Y no es magia, aunque lo parezca. Cuando tú estás en una vibración alta, atraes experiencias que están en esa misma frecuencia. No es un cliché de libro de autoayuda, es energía en movimiento.
Te pongo un ejemplo sencillo: piensa en esos días en los que te sientes bien, ilusionado, en paz. ¿Notas cómo todo fluye? Las conversaciones son más amables, encuentras ese sitio para aparcar sin buscarlo, alguien te llama justo cuando pensabas en él. En cambio, cuando estás apagado, sin ilusión, todo cuesta más. Hasta las cosas pequeñas se sienten pesadas.
Ilusión no es evasión
Ojo: sentir ilusión no significa negar lo que duele, ni vivir en un mundo de fantasía. Se trata de permitirnos mirar más allá del cansancio, del «esto no se puede», del «ya es tarde», «no me da la vida» …Se trata de elegir creer que aún hay algo por descubrir, algo por vivir, algo por crear.
La ilusión nos recuerda que estamos vivos. Qué, aunque las cosas no sean perfectas, siempre hay una posibilidad. Qué, aunque hoy duela, mañana puede aparecer una luz inesperada. Qué, aunque no tengamos todas las respuestas, podemos seguir soñando.
Cómo recuperar la ilusión, incluso cuando no tienes ganas.
No siempre es fácil. Lo sé. Hay momentos en los que cuesta conectar con la ilusión. La rutina, las decepciones, los miedos… van cerrando esa puerta. Recuperar la ilusión es una decisión consciente. Y a veces, empieza por lo más pequeño.
Te comparto algunos ejercicios que uso yo misma, y que también comparto en mis talleres:
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Haz espacio para soñar: Cada semana, regálate unos minutos para preguntarte: ¿Qué me ilusiona hoy? Puede ser algo tan sencillo como tomar un café en calma o empezar ese proyecto que llevas tiempo posponiendo. La ilusión está en las cosas simples de la vida.
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Rodéate de lo que te inspira: Música, libros, personas, lugares… ¿qué cosas te hacen sentir que todo es posible? Hazlas parte de tu día a día. A veces basta una canción para recordarnos que seguimos teniendo alas.
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Visualiza desde la emoción, no desde el control: En vez de pensar en qué quiero tener, pregúntate cómo me quiero sentir. Y visualízate desde ahí. Eso abre mucho más que una lista de objetivos: abre tu campo energético.
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Confía en que el Universo también sueña contigo: Esta frase me la repito muchas veces. Porque cuando actuamos desde la ilusión, no estamos solos. La vida, de alguna manera, nos responde.
La ilusión es una puerta abierta
La ilusión se cultiva. Se escucha. Se cuida. Es esa parte de ti que sigue creyendo, incluso cuando todo parece en contra. Esa voz suave que te dice «prueba una vez más», «aún no está todo dicho», «y si sí…».
A veces la vida duele, sí. Pero incluso en medio del dolor, la ilusión puede colarse como la luz que entra por una puerta entreabierta que te recuerda que todavía hay algo por vivir que vale la pena. Que tú, aquí y ahora, sigues siendo capaz de emocionarte, de crear, de transformarte.
¿Te animas a recuperar tu ilusión y abrir nuevas Puertas y Oportunidades en tu VIDA?
Escríbeme y te acompaño a lograrlo. esti.roma@gmail.com. Puedes encontrarme en Instagram: @estibalizromana_coach https://anchor.fm/estibalizromanapodcast , www.estibalizromana.com
¡Feliz domingo y Abrazo del Alma!
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