Mariana Zapién, ingeniera de alimentos: «Las bacterias pueden sobrevivir en tu nevera»

Las concentraciones bacterianas se dan especialmente en tres zonas

Captura de pantalla de varias zonas donde hay más concentración de bacterias | Foto: Instagram/Mariana Zapién

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Aunque parezca un lugar seguro para conservar la comida, el refrigerador puede convertirse en un foco de contaminación si no se limpia adecuadamente y no se mantiene a la temperatura correcta.

Así lo advierte la ingeniera de alimentos y divulgadora Mariana Zapién en un vídeo compartido en Instagram, donde alerta de que «las bacterias pueden sobrevivir en tu refri y contaminar alimentos si no se almacenan correctamente».

Zapién se basa en un estudio publicado en el Journal of Food Protection que analizó 100 frigoríficos domésticos en Japón y detectó altas concentraciones bacterianas especialmente en tres zonas: el compartimento de los huevos, la parte inferior y el cajón de frutas y verduras.

Las zonas más contaminadas del frigorífico

Según la divulgadora, estas tres áreas -hueveras, parte inferior y cajones de frutas y verduras- concentran gran parte de la carga microbiana por ser espacios húmedos, con restos de alimentos y a menudo poco ventilados. A esto se suma, en muchos casos, una limpieza irregular o insuficiente.

«La contaminación del refri está relacionada con un pobre manejo higiénico de los alimentos y temperaturas incorrectas», explica Zapién, quien recuerda que las bacterias no solo sobreviven, sino que también pueden formar biopelículas, es decir, comunidades microbianas que se adhieren a las superficies y resisten la limpieza común. Estas biopelículas, además, aumentan el riesgo de contaminación cruzada entre alimentos.

Cómo evitar que las bacterias se propaguen

Para reducir estos riesgos, la ingeniera recomienda:

  • Mantener el frigorífico a 4°C o menos, para frenar el crecimiento microbiano.
  • Separar los alimentos crudos de los cocidos y guardarlos en recipientes herméticos.
  • Limpiar y desinfectar con regularidad, sobre todo en las zonas más expuestas a residuos y humedad.
  • Revisar con frecuencia el estado de los alimentos para desechar los que estén estropeados.