Hace unas semanas, cada vez que se hacía el silencio en casa, aparecía un ruidito raro: vruum… pausa… vruum.
Pensé: «Será la bomba de riego del jardín de mi tío, que siempre se queda encendida». Pero tres noches después, el motorcito seguía zumbando… y mis nervios estaban al límite.
Madrugada número cuatro. Despierto a mi marido.
—¿Tú escuchas ese ruido?
—Ni flores. No oigo nada. Será la nevera.
—¿¡La nevera!? Pero si está a cuatro habitaciones de aquí. ¡A ver, Miguel, ¿estás sordo?!
¿Sordo él… o loca yo?
Al día siguiente, convoqué a los vecinos. Sí, a las once de la noche, todos en procesión hacia mi habitación, niños incluidos. Minuto de silencio absoluto. Y nada. Los niños me miraban con esa mezcla de susto y curiosidad, y sus caras decían claramente: «Esta señora ha perdido el norte».
Fue entonces cuando me di cuenta.
Y lo peor aún no había llegado.
Viernes por la noche. Cena tranquila. Muerdo unas almendras y… ¡clin!
Una campanilla suena dentro de mi oído derecho.
Cada mordisco, otro «ting».
Era como si mi mandíbula estuviera tocando el triángulo de una orquesta.
Ahí supe que el ruido no venía de fuera. Estaba instalado dentro de mi cabeza.
Se llama tinnitus… y no, no es solo cosa de mayores
El tinnitus o acúfeno es esa sensación de zumbido, pitido o murmullo constante en el oído… aunque no haya ningún sonido real a tu alrededor. Puede deberse a muchos factores: desde un tapón de cera, un problema cervical, alteraciones vasculares, exposición continuada a ruidos fuertes, déficits nutricionales, hasta efectos secundarios de ciertos medicamentos. Por eso es tan importante hacer una buena evaluación médica antes de sacar conclusiones. Una audiometría completa y una analítica básica son clave para empezar.
Ahora bien, si estás en peri o posmenopausia, existe una relación directa entre la bajada de estrógenos y la aparición de tinnitus. Al disminuir las hormonas sexuales, el flujo sanguíneo que nutre el oído interno se reduce, y los neurotransmisores que regulan esa zona se descompensan. El nervio auditivo, más sensible y mal alimentado, empieza a generar su propio ruido interno.
No estás sola con ese zumbido
¿Sabías que Whoopi Goldberg convive con un zumbido constante y lo contó en televisión?
¿O que Barbara Streisand ha reconocido que el ruido en sus oídos se intensificó tras la menopausia?
Un estudio con más de 13.000 mujeres asiáticas mostró que una de cada cuatro sufre tinnitus tras la menopausia. Y lo más interesante: esa cifra se reduce casi a la mitad cuando el tratamiento hormonal se ajusta correctamente.
Cuándo conviene consultar al especialista
Pide ayuda si el zumbido dura más de 48 horas seguidas, si te impide dormir o concentrarte, si aparece acompañado de pérdida auditiva, vértigos o sensación de presión en el oído, o si trabajas en ambientes ruidosos o consumes grandes cantidades de café u otros estimulantes.
Una visita al otorrino —o a una audióloga con enfoque integrativo— con una análitica básica que incluya hierro, tiroides, vitamina B12 y glucosa.
Cuida tus oídos reduciendo el volumen de los auriculares, evitando el uso prolongado de cascos y utilizando tapones si asistes a conciertos o festivales. Por la noche, las aplicaciones de ruido blanco o de lluvia suave pueden ayudarte a conciliar el sueño si el zumbido se intensifica en silencio.
Reduce el café y las bebidas estimulantes que van a sobreactivar el sistema nervioso, aumentando la percepción del zumbido, sobre todo si ya estás nerviosa, alterada o duermes mal. No hace falta eliminarlo del todo, pero reducir su consumo o cambiar a una versión descafeinada puede ayudarte a notar la diferencia.
La suplementación inteligente siempre es tu aliada
A nivel de micronutrición, el magnesio bisglicinato antes de dormir, dos gramos diarios de omega-3 DHA en forma de triglicérido y un buen aporte de vitaminas del grupo B —en especial B12 si consumes poco alimento de origen animal— pueden ayudarte a equilibrar el sistema nervioso. Respiración 4-7-8, una clase suave de yoga o un paseo al atardecer también pueden ayudarte a calmar el cortisol, y con él, el volumen del zumbido.
¿Tienes dudas?
Si ese vruum-vruum interno te está robando la calma, o si sientes que tu cuerpo se ha convertido en una orquesta desafinada, escríbeme a hola@mariajulve.com y estaré encantada de orientarte sobre las soluciones más adecuadas para ti.
¡Cuidando de Ti, de dentro hacia fuera!
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.