Casi la mitad de los españoles cree que el Gobierno creó la Covid-19 en un laboratorio gubernamental

El estudio, realizado en 2024, mide la percepción de los ciudadanos sobre cuestiones de ciencia y tecnología

Gráfica que ilustra los datos que arroja la encuesta sobre teorías conspirativas y su penetración en el imaginario social | Foto: FECYT

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Un estudio realizado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) arroja resultados alarmantes sobre la penetración de las teorías de la conspiración en el tejido social. El estudio, publicado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, se puede consultar en esta página web y desgrana la percepción que tienen los ciudadanos sobre cuestiones científicas, ambientales o climatológicas. Mediante la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología 2024, que se compone de 4.521 entrevistas domiciliarias de una media hora de duración, la encuesta se centra principalmente en seis bloques, a saber: el interés de la ciudadanía en ciencia y tecnología, qué medios utiliza la ciudadanía para informarse sobre ciencia, la percepción sobre el cambio climático, el conocimiento de los ciudadanos acerca de inteligencia artificial, el estado de la ciencia en España y el grado de confianza que se deposita en la ciencia.

Es este último bloque el que ha llamado más la atención: en él, a los encuestados se les presentó una serie de afirmaciones sobre ciencia y vacunas basadas en teorías de la conspiración. El objetivo de la encuesta era medir la efectividad de los discursos conspiracionistas en la población. Los resultados hablan por sí solos.

El 41,6% de los encuestados estuvo de acuerdo con la afirmación: "Se han producido virus en laboratorios gubernamentales para controlar nuestra libertad", en una clara referencia a la pandemia de la Covid-19, durante la cual miles de personas alimentaron las teorías del "control poblacional" que sectores contrarios al Gobierno aprovechaban para difundir en un intento de derrocarlo, sin tener pruebas de que efectivamente el virus se haya fabricado en un laboratorio gubernamental.

Asimismo, el 50,1% cree que las compañías farmacéuticas ocultan el peligro de las vacunas, mientras que un 56,6% afirma que los problemas medioambientales ya tienen soluciones técnicas, pero hay fuertes intereses económicos que impiden llevarlas a cabo.

Una tercera parte (33,3%) afirmó que la cura para el cáncer existe pero se mantiene oculta al público por intereses comerciales.

La última afirmación, quizás la más alarmante, es la que afirma que "El gobierno está tratando de ocultar la relación entre las vacunas y el autismo", que llega hasta un 24,5% de los encuestados.

El estudio confirma que el nivel educativo y el socioeconómico juegan un papel clave, ya que a menor nivel educativo y socioeconómico, mayor es la aceptación de las teorías de la conspiración, lo que pone de manifiesto el papel clave de la educación a la hora de formar ciudadanos que puedan desarrollar un pensamiento crítico y dudar de la información que se les ofrece, acudir a diversas fuentes y, sobre todo, confiar en las fuentes científicas, más que en las teorías sin fundamento.

Es importante destacar que el estudio recoge además la percepción que tienen los ciudadanos de cuán informados están: un 49% considera estar "algo" informados, mientras que un 23,1% se percibe como "bastante" informado, un 18,8%, "poco", un 4,2% "muy poco" y un optimista 4,5% se considera "muy" informados en cuanto a cuestiones de ciencia y de salud.

En este sentido, el 47,3% reconoce que se informa sobre cuestiones de salud a través de la televisión, frente al 38,5% que prefiere las redes sociales (especialmente jóvenes), un 26,7% elige la prensa diaria, digital o de papel; un 24,1% escuchan la radio o podcasts, un 23,9% utilizan libros y revistas y un 20,7% se informan a través de webs dedicadas a información sobre salud.